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30 sept 2013

Jaque al rey: (2) 1000 es más que 100

Partimos de la base de que la mayoría de las personas somos decente, cuando llega la hora de implicarse muchas personas decentes - ¿lo son realmente? - dan un paso atrás.  Son los que siempre quieren nadar y guardar la ropa, lo cual no es muy decente. Los que te dicen  en privado: “estoy de acuerdo con lo que dices”, pero jamás te apoyan en público; que cuando asisten a una reunión en la que tú hablas te vuelven a decir “estoy de acuerdo con lo que dices”, y cuando les pregunta por qué no lo manifestaron en la reunión se excusan diciendo “es que tu lo dices tan bien que si lo digo yo lo estropeo”. “Bastaba haber dicho: estoy de acuerdo con esta última manifestación, que es bien sencillo”, les replicas, y entonces sonríen y se encogen de hombros.
Pero esas son las mimbres con las que hay que hacer el cesto. Cuando esté terminado tendrá miles de autores; si al final se rompe sólo tendrá cuatro responsables. Son muchos años - 39 bajo la dictadura militar, 38 bajo la dictadura monárquica -sufriendo la mala educación ciudadana. Eso deja un poso de indolencia, de temor, ¡incluso de pánico justificado!
Si alguien nos dice que ha sufrido violencia por parte de unas personas uniformadas nos lo creemos. No lo dudábamos bajo al dictadura de Franco; el Jefe del Estado es el mismo. El cuerpo de uniformados también. Aunque las leyes que lo rigen han cambiado, la educación que han recibido no tanto. Aunque ahora su comportamiento es ilegal, hoy gozan de la misma impunidad que ayer, cuando era legal. Que se lo digan a “Billy el niño”. Ahí está impune.
¿Algún uniformados es consciente - ¡íntimamente consciente! - de que está obligado a proteger  el ejercicio de nuestra libertad de expresión y para protegerla de los energúmenos - como los invasores de la sede de Blanquerna - que pretenden impedirla? Espero que alguno sí.
¿Algún uniformados es consciente - ¡íntimamente consciente! - de que está obligado a la desobediencia debida cuando sus superiores les dicen que empiecen a apalear a ciudadanos que están ejerciendo su derecho a la libertad de expresión que protege la constitución franquista del 78? Espero que alguno sí.
Lo grave de esta suposición esperanzada es doble: primero que es una suposición y segundo que es una suposición de que algunos sí. En su lugar yo debería poder declarar “la certidumbre de que todos sí,”. Pero eso es lo verdaderamente grave: no lo puedo declarar.
Necesitamos una etapa de educación ciudadana que se nos ha negado en esta Transición a la Democracia (otro engaño porque es una transición a la dictadura monárquica) para formar, desde la escuela, buenos ciudadanos democráticos: ciudadanos que sepan que la soberanía no está en los pueblos, sino en los ciudadanos que, libres, se agrupan en pueblos.
Nada de ver con esa mandanga fascista de quienes reivindican la soberanía para los “pueblos”, las “naciones”, las “repúblicas”, los “estados”, los “reinos”, las “religiones”, etc., que son todos una panda de fascistas  que desde esa “idea” quieren sojuzgar al ciudadano.
 Los griegos lo dijeron hace milenios: “el hombre es la medida de todas las cosas”. Las religiones monoteístas, ¡puro fascismo!, prohíbieron al hombre pensar. Las monarquías, igualmente fascistas, hicieron una fecunda coyunda con ellas: hay que obedecer a la idea, “el dios verdadero”; hay que obedecer a sus designados. 1º.- “el sumo sacerdote verdadero”; 2º.-  “el rey/el caudillo verdadero, por la gracia de Dios”, pero también “el pueblo verdadero”, “la nación verdadera”, el Estado verdadero”. Ninguno defiende la única verdad: el hombre pensante hasta el punto que ser librepensador era casi un delito.
Para impedir que los ciudadanos se eduquen en la reflexión - pensar es flexionarse sobre uno mismo - el Sr. Wert ha eliminado esta asignatura del curriculum escolar. Privados de esta educación es más fácil lograr súbditos obedientes, ¿para qué pensar?; dóciles creedores en mentiras ¿para qué pensar?; gente con “fe” en los que les engañan, ¿para qué pensar?
Ardua es la tarea que tenemos; pero cuanto mayor sea la conclusión es más urgente: ¡tenemos que empezar cuanto antes! ¡Que no nos desanime el número!: 10 es más que 1; 100 es más que 10: 1000 es más que 100; … Así, poco a poco, “con prisa y sin pausa”, tenemos que invitar a todos nuestros conciudadanos a pensar, luego animarles a reflexionar, luego pedirles que pasen a la acción de pedir, tras lo cual ya no será necesario, les saldrá solo, el paso a la acción de exigir. Exigir que se reconozca la libertad (donde no hay súbditos) la igualdad (donde no hay privilegios hereditarios) y la fraternidad (que nos exige la ética de no engañar).

29 sept 2013

La mujer en el ejército: (3) entender las cuatro reglas

Saber qué significan los números
Añade el artículo: “En los años que siguieron a la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas su presencia creció espectacularmente. En parte porque el ejército iba a la caza de reclutas y las mujeres salvaron la falta de candidatos”. Hasta ahí lo ocurrido es normal. Si el número de candidatos varones disminuye y el número de candidatas mujeres aumenta lo NORMAL es que la proporción de candidatas mujeres que ingrese en las Fuerzas Armadas aumente, supuesta similar cualificación entre ambos colectivos de candidatos. No hay pues un crecimiento espectacular; es el crecimiento derivado de la proporción que hay en la demanda.
Hay que tener cuidado con los números expresados en porcentajes. Pasar de una mujer a dos en las Fuerzas Armadas aumenta su porcentaje en el ¡100! Su presencia en términos absolutos es ridículo: una persona. Si se pasa de una mujer a diez, ¡el aumento es del 1.000 %!, algo imposible en el caso de varones. Al comentar esos datos, como los de las gráficas, hay que entender el significado de los números o se corre el riesgo de graves errores de interpretación.
Y eso es un problema conceptual no siempre suficientemente claro en trabajos periodísticos.
Cuando se dice: “SIN EMBARGO, la crisis ha frenado en seco ese proceso y el porcentaje roza el 12 % desde hace ocho años. Lo más preocupante es que cada vez ingresan menos”, se revela que no se entiende bien el proceso de la oferta y la demanda. Lo que ocurre es INEVITABLE y, por lo tanto, no procede ese SIN EMBARGO. Todo ello ocurre al margen de la actitud de las Fuerzas Armadas: los candidatos son los que quieren serlo ¡dentro de la sociedad civil!
Al reducirse el porcentaje de la demanda de candidatos varones NECESARIAMENTE aumentó el porcentaje de candidatas mujeres. De él surgió un mayor aumento porcentual de ingresos de candidatas mujeres, supuestos ambos subconjuntos con equivalente formación. Si aumenta el número de candidatos varones respecto al de mujeres, ocurre NECESARIAMENTE  lo contrario. La aritmética rige esta realidad al margen de la actitud de las Fuerzas Armadas, que sigue siendo la misma: seleccionar a los mejores candidatos.
En una gráfica se presenta el porcentaje de candidatos mujeres de 2008 a 2012. El porcentaje de candidatos varía mucho de un año al otro. Eso - supuesta igual formación en todos los candidatos - implicará que el porcentaje de ingreso fuera igualmente irregular cada año, dato que, sin embargo, no se encuentra entre los datos del artículo, quizá forzado por la brevedad que impone el medio, pese a que ese sería un dato crucial.
La comparación del porcentaje de candidatos con el de aprobados es importante. Aún más lo sería  conocer la distribución de calificaciones de las mujeres que ingresaron respecto de los varones, que no incluye este breve informe. El resultado, quizá, fuera el mismo que en la Universidad civil entre los universitarios: la media de las calificaciones de las mujeres es, en general, mejor que la de los varones.
Añade el trabajo: “Lo más preocupante es que cada vez  ingresan menos. Si en 2008 las mujeres representaban el 11,5 % de los nuevos soldados y marineros en 2011 eran sólo el 4,8 %”. ¿Por qué es preocupante? Que disminuya o aumente el número de candidatas de tropa y marinería es una opción personal de libertad de los candidatos al presentarse a un nivel u otro.
El porcentaje de candidatos a oficiales, que exige mayor formación, es bastante constante: oscila entre 6 % y 4,7 % y su valor medio es 5,1 % en el intervalo 2008-2012. El porcentaje de candidatos a suboficiales, que exige menos formación, tiene una oscilación mayor, de 4,4 % a 0 % y el valor medio es menor en el intervalo 2008-2012, 2,3 %, y 2,9 % en el intervalo 2008-2011. El porcentaje medio de candidatos a soldados, que exige una mínima formación, oscila entre 11,5 % y 2,5 % y tiene el valor medio más elevado: 6,4 % en el intervalo 2008-2011. El mínimo de candidatos para ser suboficial merecería, quizá, algún comentario.
No se destacaba bastante en el artículo, el dato figura en las gráficas, que el porcentaje de presencia de mujeres en el ejército es superior al de otros ejércitos donde su incorporación fue anterior. Eso indica que las Fuerzas Armadas Españolas tiene una actitud, ¡cuando menos!, tan aperturista como en esos otros países, y que el porcentaje es el que es, superior al de algunos países e inferior al de otros ¡debido a la demanda y calidad de los candidatos!

Jaque al rey: (1) ¡no llueve!, son lágrimas del miedo

Leo un panfleto de algunos “juventudes revolucionarias” que apoyaron el “jaque al rey”, y me sorpendo. Participé en ese “jaque al rey” como otra forma más de manifestar mi rechazo a este sistema que ha dado de sí lo que engendraba en su seno: corrupción. No cabía esperar otra cosa de esta dictadura monarquica, también la anteiror era parlamentaria, heredera y continuadora de la dictadura militar que la engendró y educó a a su imagen y semejanza; la misma dictadura que nos robó la democracia restaurada el 14 de abril de 1931.
Quienes queremos ver reorganizada España como una República Democrática rechazamos definirla como “un engenedro genocida y asesino de pueblos ….”, a lo que sigue una inmensa retahla de palabrería vana y grandilocuente que no deja títere con cabeza. Se puede ser joven y revolucionario, pero no vivir en eterna adolescencia inmadura empleando una empeanada verborreica de palabras que parece que dicen algo pero que, imitiando lo que dicen que quieren combatir, caen en la misma vacuidad, si no la superan, que los actuales dirigentes. Eso revela de modo harto evidente la identidad ideológica que les une.
Muchos que participamos en ese “jaque al rey” rechazamos que “ahora es el turno de los pueblos para construir la alternativa de poder”. Para nosoros sólo hay una alternativa del poder: los ciudadanos libres agrupados en una República Democrática.
De modo un poco simple cabe agrupar a los seres humanos en dos grandes grupos:
1.- el de los que ponemos a los “ciudadanos reales” por encima de los pueblos en los que ellos se agrupan y defendemos la declaracion de los derechos del hombre y del ciudadano “iguales ante la ley sin que ninguno sea ni “diferente” ni, mucho menos, “superior”, sea cual sea su nacionalidad y peculiaridades para constituir un pueblo, elemento primitivo del que nace la nación o el Estado. Un Estado puesto al servicio del ciudadano. Para nosotros la divisa es: Queremos un poder del ciudadano para el ciudadano.
2.- el de los que pone a la “idea de pueblo” por encima de los ciudadnos; que definen e esa idea como un puelbo formado por elementos “superiores” o “diferentes” (el concepto es el mismo aunque la palabra varíe) y por  tanto con derechos “diferentes” es decir “superiores” (nunca he oído reivindicar una “diferencia que implique menores derechos”) a los de los demás que no son de la misma “raza”, no tienen “los mismos 16 apellidos”, no hablan “la misma lengua”, no profesan “la misma religión”, no creen en “las mismas consignas”. Para ellos la divisa es: Queremos un poder del pueblo para el pueblo.
Para los primeros el ciudadano es lo único importante. Todo se crea para estar a su servicio, al margen que los “pueblos” en que, por razones históricas, se agrupen libremente se llamen la “patria”, el “reino”, la “nación”, el”imperio”, el “estado”, la “religión”.
Para los segundos, esos “pueblos”, convertidos en una “idea” tienen la misma esencia totalitaria: primero suplantan al individuo como sujeto de derechos; luego secuestran al individuo que, como un esclavo, queda al servicio de la “idea”, que es el sujeto de derechos. El siguiente paso es bien conocido: una persona, “el oráculo”, es el único correcto intérprete de “esa idea”. Su nombre es variado: “caudillo”, “fhürer”,  “lider”, “rey”, “emperador”, “pontífice”, “dios”, etc. Son diversas denominaciones del mismo concepto: “dictador”.
Él “dicta”: los demás copian; “manda”: los demás “obedecen”; define “el camino correcto”: los demás “lo siguen”; define la “ortodoxia”: los que discrepen quedan convertidos en “contrarrevolucionarios”, “herejes”, “enemigos del pueblo”, “brujas”, traidores”, etc. Cada esquema totalitario tiene su propia temrinología; el objetivo es el mismo: hay que acabar con el que se areva a pensar “otra cosa”. ¡Por supuesto!, siempre previo un juicio justo.
Si en esas frases a favor de los “pueblos” se substituye esta palabra por cualquiera de las otras, emerge el mismo discurso reaccionario de los eternos y variopintos dictadores, con sus monótonas y eternamente repetidas consignas de: “todo el poder para los soviets”; “todo el poder para la iglesia”; “todo el poder para los trabajadores”;  “todo el poder para el capital”; todo el poder para el rey; “todo el poder para el líder”, “todo el poder para el rey” que tienen en común “nada de poder para el ciudadano”, ¡justo lo contrario de lo que queremos otros!
¡Qué fácil es engañar a la gente poco reflexiva “vendiéndole el mismo engaño”, sólo con cambiar unas pocas palabras, para lograr el mismo objetivo: anular al individuo libre!
Todos tenemos la evidencia de que al reducirse el tamaño de la colectividad mayor es el poder del corrupto: el Estado - a través de los partidos de ámbito nacional que logran el poder - la Autonomía - a través de los partidos de ámbito autonómico que logran el poder , el Municipio - através de los partidos, apéndices de los de ámbito nacional o autonómico o municipales.
La única solución ante esta realidad inevitable - la democracia directa sólo fue posible en una Grecia donde el número de demócratas era una oligarquía reducida - es la de potenciar al individuo como el “supremo poder”. Que el individuo el que tenga bajo un control contínuo y fuerte a sus representantes; que pueda, incluso, exigirle que rinda cuentas antes del fin del mandato; eso vendría a ser como una “moción de censura popular”, equivalente a la que los represemtantes tienen en el Congreso.
El “pueblo”, se llame “patria”, “reino”, “nación”, ”imperio”, “estado”, “religión”, etc., es la misma superestructura del poder; sólo cambia el nombre y, aparentemente, la estructura para que como decía el Príncipe de Salinas “cambie todo para que todo siga igual”.
Esas “juventudes revolucionarias” - ¿juventudes o adolescentes? - son reaccionarias, aunque se llamen revolucionarias porque buscan el mismo objetivo: eliminar al individuo que reflexiona por “libre”; que se siente “igual” al de otros “pueblos”; que, por ello, se siente “fraterno” con él y ni “diferente”, ni “superior”.
Esos revolucionarios son de la calaña de los que animaba José Antonio Primo de Rivera: “la revoluciòn es la tarea de una resuelta minoría inasequilble al desaliento”. Así les hacía sentirse “diferentes”, es decir “superiores”, por lo tanto “con derecho a conseguir todo”, la revolucion ”por las buenas o por las malas”; y vaya si hicieonr la revolución: donde había democracia con ciudadanos libres pusieron dictadura; la consiguieron por las malas.
Otros pensamos, por el contrario, que “la revolución es la tarea de una inmensa mayoría de ciudadanos libres (no al servicio de ninguna idea), iguales (ni “superiores” ni “diferentes”) y fraternos, expresión obsoleta que hoy se diría “eticamente decentes”.
Que los amigos de mis amigos sean mis amigos puede ser verdad o no, pero me animo a correr el riesgo de equivocarme. Que los enemigos de mis enemigos sean mis amigos es algo que sólo ocurre por pura coincidencia. 
Tener estas ideas claras evitará cometer errores. 
Como creer que porque hay un Parlamento estamos en una democracia, Franco  tenía un Parlamento y Him Il Sung lo tiene en Corea. La democracia exige poder elegir al Jefe del Estado, poder elegir al Parlamento y ser iguales ante una ley independiente del Parlamento y del ejecutivo.
La manifestacion terminó bajo un fuerte aguacero: !No llueve! se oía; ¡son lágrimas de miedo!

27 sept 2013

La policía al servicio del ciudadano (8): El engaño eterno

2.4.- El príncipe de Sailina y Juan Carlos I de Franco
Esta etapa post-dictatorial y pre-democrática sólo se puede ver como un paso de la Transición a la Democracia. Espermos que sea el último y llegue pronto, que ya esta tardando demasiado; ¡más ya que la propia dictadura! Esta Transición exige recuperar la democracia que nos arrebató el general Franco; el que nombró a Juan Carlos I de Franco, un rey franquista que juró que nos aplicaría sus ilegales leyes de la dictadura, juramento que sigue en vigor porque de él todavía no se ha retractado.
Nadie discute, algunos ya empiezan a ponerla en cuestión, la utilidad política de su intervención. Pero sólo será aceptable en la medida en que sea una etapa intermedia en la Transición a la Democracia de modo pacífico. Juan Carlos I de Franco tiene una disyuntiva singular: pasar a la historia con todos los honores - ¡eso hizo p. ej. Amadeo I - o pasar con una imagen peor aun que la de su abuelo que, él al menos, no quiso ser un obstáculo para que la Democracia llegara a todos los españoles hasta que fue robada por su valedor. Pero me temo que ya tomo su decisión y que no ha sido la más  honrosa.
La tarea de los funcionarios de las FCSE, como la de cualquier otro funcionario público, es servir al ciudadano. Los derechos del ciudadano,  los nuestros, son los que también deben proteger estos funcionarios por encima de todo. Para ello hasta la ley les exige que no respeten la vieja y totalitaria “obediencia debida” propia del dictador Franco y de los dictadores que eran los reyes. Aunque todavía no ha regresado la democracia, lo que ahora ya rige constitucionalmente es la “desobediencia debida” tal y como establece la legislación vigente en la CE78.
Para que los funcionarios la puedan ejercer con independencia y con toda responsabilidad, la ley impide que se les pueda cancelar su contrato laboral funcionarial mediante un “despido improcedente”, como quisieran los políticos. Esto es algo que, siendo también un atropello a sus derechos laborales, se le permite todavía al empresario privado mediante una ley inconstitucional.
La protección del funcionario público desaparece ipso facto si se demuestra que cometió una falta o delito. Pero tenerla  permite al trabajador con contrato funcionarial plantarle cara al político y negarse a ser su cómplice en la corrupción. De ahí nace el principal objetivo de los políticos: desacreditar a los funcionarios, porque, aunque sin éxito del 100 %, ¡les impiden cometer todavía más corrupciones!
El ciudadano no debe caer en esa trampa. Debe darse cuenta de que el funcionario - ¡por su inamovilidad!-  es el último baluarte de defensa de sus derechos. Él es el único – los jueces suelen llegar tarde, cuando los delitos de corrupción ya han prescrito, porque para eso los propios políticos han puesto unos plazos breves – que puede impedir que los políticos conviertan el país en un puerto de arrebatacapas, aunque no hayan podido impedir que toda España se parezca al patio de Monipodio
Esta es, aunque de modo más teórico que real, la diferencia entre el régimen franquista que juró respetar Juan Carlos I de Franco y el régimen, el post-dictatorial de Transición a una democracia que ha quedado interrumpida en esta pre-democracia franquista. Transición que, por todos los indicios, los mismos que apoyaron la dictadura están dispuestos a no permitir que concluya y a impedir recuperemos la democracia robada en 1936.
Quizá eso se deba a que, como dijo el dictador en su famoso testamento: “todo está atado y bien atado” . ¡Que ingenuos fuimos al no creerlo!; ¡qué simples al reírnos creyendo que todo iba a cambiar! A esa tarea se ha dedicado con ahínco el heredero de la dictadura, Juan Carlos I de Franco.
Es lo mismo que dijera Lampedusa por boca del Príncipe de Salina en su famoso “Il gatopardo”: “es necesario que todo cambie para que todo siga igual”. Eso es lo que está ocurriendo. Por eso hay tantos obstáculos para que la transición no desemboque en la deseada democracia perdida. Nuestros elegidos no quieren que recuperemos la democracia. La pregunta crucial es: ¿lo queremos los electores?

La democracia al fin de la Transición (3): devolver la soberanía la pueblo

Un rey demócrata es casi tan inimaginable como la cuadratura del círculo pero en España casi hubo uno que, naturalmente, era un rey progresista: fue Amadeo I de Saboya. Era ya progresista cuando, por mero azar de la herencia, era simplemente Duque de Aosta.
Por ser inteligente y progresista y porque los españoles estaban bajo el síndrome de la alienación monárquica - fomentada por la igualmente antidemocrática iglesia católica - cuando se puso en la calle a Isabel II se buscó uno para ofrecerle la corona. Finalmente la aceptó del Parlamento, lo cual no dejaba de ser una forma de elección democrática. Claro, todos los monárquicos y la iglesia católica, intrínsecamente antidemocráticos, se la juraron desde es mismo momento, ellos lo que querían era un rey elegido por  Dios. Esos se dejan mangonear.
Cuando vio el percal de la iglesia con la que tenía que topar y con la derecha de nobles y propietarios que querían que fuera un juguete a su servicio para seguir atropellando el pueblo, se largó; pero por las buenas despidiéndose en una carta que dirigió a la Nación Española y que leyó su esposa. En ella devolvía la soberanía al pueblo reunido en las Cortes que, poco después, proclamaría la I República Democrática Española.
El final de la carta de respuesta a ese rey, elegido por unas Cortes que lo nombraron, que supo abdicar en el único y real soberano de la nación: los ciudadanos representados en unas cortes elegidas por ellos, fue ejemplar y merece la pena ser recordada:
“Cuando los peligros estén conjurados; cuando los obstáculos estén vencidos; cuando salgamos de las dificultades que trae consigo toda época de transición y de crisis, el pueblo español, que mientras permanezca V.M. en su noble suelo ha de darle todas las muestras de respeto, de lealtad, de consideración, porque V.M. se lo merece, porque se lo merece su virtuosísima esposa, porque se lo merecen sus inocentes hijos, no podrá ofrecer a V.M. una Corona en lo porvenir; pero le ofrecerá otra dignidad, la dignidad de ciudadano en el seno de un pueblo independiente y libre”
Juan Carlos I de Franco está en unas condiciones muy singulares pero infinitamente más favorables para él de las que había en la época de Amadeo I. Su pretensión de beneficio personal futuro carece ya de sentido. Su oportunidad de pasar a la historia con una dignidad equivalente a la de Amadeo I, la tiene al alcance de la mano; pero puede elegir el mal camino.
Amadeo I de Saboya cruzó la puerta que lo convirtió en Jefe del Estado llamado por un Parlamento que representaba la libre voluntad popular. Por ello, puede decirse de él que fue un rey democráticamente elegido por los electores que eran los Diputados. Cuando salió por ella salió con igual dignidad con que había entrado: devolviendo el poder al pueblo soberano.
Juan Carlos I de Franco cruzó la puerta de entrada por el portillo de los traidores que Bellido Dolfos el dictador y genocida General Franco, le abrió a Alfonso VI, contra la voluntad de los zamoranos, Franco privó a todos los españoles de su libertad y secuestró su soberanía. ,
Suya es la oportunidad de hacer como Amadeo I, devolver la soberanía al pueblo, que es su único soberano legítimo. Con ello sólo convertirá en cierto - y no en una farsa - lo que dijo que era el objetivo de su vida: la Transición a la Democracia. Así, el pecado original de su origen dictatorial - y todos sus demás pecados - le será perdonados. Inclinando  su cerviz ante el poder soberano del pueblo, recibirá la indulgencia plenaria al convertir en realidad el art. 1.2,CE78: “La soberanía reside en el pueblo de donde emanan  todos los poderes del Estado”.
¡Haga real ese artículo de la CE,78 y deje que el pueblo elija al Jefe del Estado! Logrará ver a un pueblo feliz como el 14.04.1931 pero Vd. no tendrá que huir, como su abuelo ni tampoco como su otras antepasada: Isabel II.
Que Sera, Sera” (Whatever Will Be, Will Be).
¿Vio Vd. esta película de Doris Day? Tiene razón. Lo que tiene que ser, será.
Oponerse al sentido de los tiempos sólo implica hacer méritos para ser atropellado por ellos. Lo inteligente es seguir el ejemplo de sus antepasados inteligentes; no el de los que se empecinaron en lo que era imposible: la historia los desprecia. Y su esfuerzo fue inútil. Whatever Will Be, Will Be.
El fin de la transición: (4) en vez de abdicación, extinción
                Ahora a los serviles súbditos de Juan Carlos I de Franco les preocupa que no está establecido el procedimiento para abdicar el dictador regio, nombrado por el dictador militar y genocida General Franco. Como los tontos se fijan en lo formal olvidándose de lo esencial.
                Porque lo esencial es que “La soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado” (art.1.2,CE78), aunque este artículo todavía no se haya podido poner en práctica porque el puesto de Jefe del Estado ya estaba ocupado por el heredero del dictador, el General Franco, y el régimen que tenemos es la misma dictadura aunque cambiadas las formas: en lugar de España ahora se llama Reino de España, en lugar de Cortes Españolas se llama Congreso de los Diputados (El Senado se sigue llamando igual); en lugar de Procuradores ahora se llaman Diputados. Otras no han cambiado: en lugar de no elegir al Jefe del Estado, Franco se eligió él mismo; tampoco elegimos al Jefe del Estado; Franco lo eligió.
                También es esencial lo que dice el art. 14, CE78: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
Porque es esencial, si somos iguales ante la ley, que no haya  uno que herede la Jefatura del Estado y no los demás; si somos iguales ante la ley no puede haber uno que tenga ese privilegio hereditario por razón de nacimiento del que carezcan los demás; si somos iguales ante la ley no puede haber uno que tenga ese privilegio hereditario por razón de sexo, que no tengan sus hermanas; si somos iguales ante la ley no cabe que uno por “cualquier otra condición o circunstancia personal o social”, tenga ese privilegio y no todos los demás.
Porque es esencial lo que dice el art. 10.2,CE78: “Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España”. No cabe decir que el Título II, DE la Corona nos obliga a nada. Ése artículo va en contra del la Declaración Universal de Derechos Humanos que declara, lo mismo que el art. 14: que todos somos iguales, pero con una ventaja adicional: se puede discutir si el art. 14 prevalece sobre el Titulo II de la Corona, pero lo que está claro es que toda Declaración internacional subscrita por España está por encima de la CE78, con lo que no hay duda: el Título II, De la Corona es agua de borrajas, jurídicamente hablando
Porque es esencial lo que dice el art. 9.1,CE78: “Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico”, y entre el resto del Ordenamiento Jurídico, ¡y por encima de la CE78, como hemos señalado, se encuentra la Declaración Universal de Derechos Humanos que ni permite la discriminación sexual, del hijo del rey respecto de sus hermanas, ni permite la discriminación por razón de nacimiento de los tres interfectos y sus descendencias, respecto del resto de los ciudadanos españoles.
Total, que el problema no es cómo hacer se haga esa herencia sino si esa herencia es legal, ¡se haga como se haga!, salvo que se vuelva a hacer como Franco: genocidio mediante.
Y el problema es que no existe problema, porque esa herencia no es legal.
El problema es otro, que es necesario proceder a una modificación de la CE78 para acomodarla a la democracia que corresponde una vez que se termine la validez del nombramiento hecho por el dictador y genocida General Franco. Porque lo curioso del asunto es que si el actual Jefe del Estado hubiera sido nombrado con esta CE78 su nombramiento sería ilegal, porque la CE78, al haberse firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, no permitiría elegir a este Jefe del Estado; pero como su nombramiento es anterior y  no se ha producido una ruptura con el régimen dictatorial sólo se ha cambiado un dictador manu militari por un dictador digito dictatori y en ningún lugar se dice como cancelarlo, había que espera a que se extinguiera por muerte natural.
Y entonces, no queda otra opción que proclamar la república democrática, porque la monarquía, menos ésta,  no respeta la Declaración Universal de Derechos Humanos. Por eso estaría bien que el becario se fuera haciendo a la idea. Como sabe alemán, sus posibilidades de “empleo exterior”, como dice la ministra Bañez, son muy elevados. ¡Ningún problema!

26 sept 2013

El cultivo de los toros

Si los ciudadanos tuvieran la cultura latina que sería deseable, sabrían que cultura es una palabra que deriva de la misma palabra latina, cultura, que significa cultura. Por eso se dice agricultura, cultivo del campo, de agri, que significa del campo; cunicultura, de cuni, del conejo,  que significa cultivo de los conejos, o avicultura, de avi, del ave, que significa cultivo de las aves. Tauricultura es, por igual razón, el cultivo de los toros al servicio de la tauromaquia que es la lucha contra los toros. La tauromaquia se cultiva, es la razón del cultivo de los toros.
También el cultivo de las letras es cultura; y es cultura el cultivo de las ciencias; es decir, es cultura todo conocimiento que se cultiva. Cultura sólo indica que algunas personas cultivan algo. La cultura de la mafia es indiscutible y está en vigor; también la cultura de la esclavitud también y aunque sigue en vigor es ilegal, al menos formalmente; y también se cultiva la trata de mujeres que, en consecuencia, también es cultura.
La tauromaquia, objeto final del cultivo del toro, se puede, por tanto, declarar “bien de interés cultural”; es un “bien”, pues se compra y se vende; tiene “interés”, muchos viven de cultivarlo, y por se cultivo es “cultural”. Esta vez, sin que sirva de precedente, el PP no miente.
Pero si por cultura se entiende un cultivo que se debe promocionar para mejorar la calidad humana de la persona así cultivada, el asunto cambia de punto de vista. Analicemos la lucha de la tauromaquia que justifica ese cultivo y la “presunta” mejora de la calidad humana.
Un titular de un periódico norteamericano tras una sorprendente corrida de toros celebrada en los USA decía: toreros 3-0; toros 0-6, una forma de tanteo del número de contrincantes y de muertos de cada equipo de la batalla. Desde el punto de vista deportivo es un éxito si nos fijamos en los toreros, que siendo menores en número han conseguido matar al doble número de toros sin sufrir ninguna baja; ahora bien, si contamos a todos los ayudantes que llevaban, a que llevaban también caballería y a que iban armados con puyas, banderillas estoques y, en caso de necesidad puntillas, parece que el mérito deportivo es mucho menor.
La calidad de las personas como seres humanos no mejora si disfruta, aplaudiendo feliz, el “trabajo” del picador subido en un caballo protegido con un peto, que  hurga con una puya en el cuello del toro para destrozar su fuerza y disminuir el riesgo del torero; o cuando los banderilleros, cruzándose frente al toro, que por su inercia no puede seguir el quiebro, le clava uno, dos o tres veces un par de banderillas con el mismo objeto: un  maltrato físico que poco a poco disminuye la vitalidad del toro para que el torero pueda matarlo con menos riesgo
Cultivar la batalla contra el toro, la tauromaquia, es, pues, cultura, como ya hemos visto. Pero tener que recurrir a prohibir por ley, con sanciones pecuniarias, que los padres “cultiven a sus hijos” prohibiéndoles que los  lleven a estos espectáculos para que desde pequeños aprendan de sus padres a identificar los distintos tipos de malos tratos al toro y valorar lo bien que se lo aplican y que aprendan a aplaudir este maltrato, pone de manifiesto el nivel de cultivo ético y moral de sus padres, orgullosos de que sus hijos los adquieran.
Por eso, cuando el Sr. Wert dice que esto no es cosa de derechas o izquierdas tampoco miente, sin que ello sirva de precedente: es una cuestión de gente decente o indecente. Por eso hay países donde no lo cultivan y, en consecuencia, carecen de esa "cultura", cultivan otras culturas.

25 sept 2013

El caso Garzón: (12) ¿Cómo se arregla esto ahora?

3.-¿Cómo se arregla esto ahora?

¿Un nuevo caso Dreyfuss? Mutatis mutandis, sí. Igual de politizado e igual de ilegal e injusto.
Es necesario arbitrar una solución interna e imaginativa. Ya son muchos los escándalos judiciales mal resueltos o todavía no resueltos; todavía colea el del caso Divar, cerrado en falso. Es más que previsible otra revocación internacional a España de otra sentencia - ¿no llegan con las de los atropellos de los deshaucios? - a la que seguiría una mofa universal - y no sólo por tratarse de un caso de imposible reparación - ante la previsible querella del juez Garzón a los magistrados que le condenaron.
Una iniciativa endógena, abdicando de la soberbia que siempre es mala consejera, mejoraría la  imagen judicial, bastante deteriorada ya, permitiendo revalorizarla al ser ella misma la que reaccionara ante estos “errores” lo que haría admisible aplicar el art. 14.2,CP a los magistrados.
Dice el art. 62.1,Ley 30/92:
Los actos de las Administraciones públicas son nulos de pleno derecho en los casos siguientes: a.- Los que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional.   
y las actuaciones de los magistrados del TS, en sentido lato, son actos de la Administración pública – la judicial. Por otra parte, el juez, Sr. Garzón, no tuvo la tutela judicial que establece la CE78 dado el error cometido.
                La iniciación podría hacerse de oficio, tal como establece el art. 69.1,Ley30/92:
Los procedimientos se iniciarán de oficio por acuerdo del órgano competente, bien por propia iniciativa o como consecuencia de orden superior, a petición razonada de otros órganos o por denuncia[1].
y debería aplicarse- sería una mínima satisfacción moral–lo previsto en el art. 72.1,Ley 30/92
Iniciado el procedimiento, el órgano administrativo competente para resolverlo, podrá adoptar, de oficio o a instancia de parte, las medidas provisionales que estime oportunas para asegurar la eficacia de la resolución que pudiera recaer, si existiesen elementos de juicio suficiente para ello.
                La ventaja de esta actuación de oficio, al declarar el acto nulo de pleno derecho, es que el acto “nunca existió”. Eso evitara hasta la querella contra los autores de una sentencia que nunca existió, condenatoria de un delito que nunca existió, porque un acto jurídico que nunca existió no puede ser fundamento de querella alguna que, en consecuencia, se convertirá en la querella que nunca existió.
Si la revisión de oficio la insta el gobierno nadie rechazaría esta iniciativa, salvo los frustrados querellantes. Los culpables de la sentencia quedarían libres del enjuiciamiento penal por lo actuado. La indemnización por el daño sería ya un asunto en la vía civil. Quizá, el desacredito profesional sería pena bastante. El gobierno sólo podría obtener beneficios de esta iniciativa:
1.- una imagen real de su preocupación por la “tutela judicial efectiva
2.- una “distracción de la opinión pública” de las graves situaciones sociales que estamos viviendo.
3.- la reciente rectificación del indulto que no quisieron conceder a un delincuente reinsertado -un
camello gallego que trabajaba para evitar la drogadicción - mientras indultaba a delincuentes ininsertables, les marca el camino a seguir,
4.- la reciente condena en la Gran Sala - hubiera sido más discreto haber aceptado la sentencia anterior
sin recurrirla - que les obligará a rectificar una ley algo que no sólo no quisieron hacer ante las peticiones ciudadanas sino que, más aun, dijeron: “no cambiaremos nunca esa ley”, indica el otro camino a NO seguir
5.- además todas las informaciones obtenidas en una intervención legalmente realizada permitirían ser
utilizadas como elemento de prueba contra los presuntos delincuentes encarcelados
La alternativa de “sostenella y no enmendalla” - de tan penosa tradición en un país donde nadie dimite - y esperar la revocación de la sentencia por la UE sería más penosa para los tribunales y un elemento más - ¿cuántos van ya? - de descrédito internacional de la justicia en España. El nivel al que regresó la justicia española tras esta sentencia va por el tercer sótano. Y fue precisamente el juez, Sr. Garzón, quien la llevó a niveles de respeto internacional que nos hacían recordar los tiempos de Vitoria.
Los autores de este ilícito penal no podrían ser condenados por un acto que nunca existió. Les salvará la doctrina Garzón. Su falta de error en su interpretación del texto - contrariamente a lo que mal entendió el tribunal sentenciador - serviría de excusa al tribunal que incurrió en ese mismo error de interpretación. Pero como el daño sí que existió, ¿pagaremos las víctimas de nuevo a costa de los PGE, es decir, los ciudadanos privados de la justicia que impartía el juez, Dr. Garzón, durante el tiempo en el que se le impidió ejercer?
Al menos en esta ocasión, la mayoría de los ciudadanos - todavía estupefactos - lo haríamos con gusto. Incluso cabría que el juez, Dr. Garzón, si su reintegro a su puesto se hace como se merece, con todos los honores, renunciara a exigir más indemnización que los salarios no percibidos. Es cierto que eso es sólo una cierta probabilidad, pero la gente decente suele ser, además, generosa.


[1] Si nadie actúa tendré que soportar el terrible peso de hacer esta denuncia, dado que lo tengo tan claro.

24 sept 2013

Derecho a decidir: (32) la verdadera razon de Rajoy para oponerse

Hace años el Sr. Rumsfeld no fue a Alemania; había una demanda contra él por atropello de los derechos humanos. Era difícil que la justicia lograra su internamiento preventivo, no en la prisión de Abu Graib, que en Europa no somos tan salvajes, sino en alguna prisión alemana, bastante mejor que cualquiera en su país. P. ej., aquella donde se suicidó la banda Baader Meinhof, otros terroristas que hubo en Alemania en el siglo pasado. La demanda estaba fundada pues es previsible que, en el caso de prosperar, el Sr. Rumsfeld hubiera intentado eludir la acción de los tribunales.
Algunos comparan a los EEUU con el imperio romano. Las distancias son insalvables. Sobre todo en el campo moral. Es inimaginable que el Sr, Rumsfeld, famoso por sus implicaciones mercantiles en la guerra de Irak donde hay una curiosa trama de empresas ligadas hasta hace poco de modo directo con él, tuviera con la justicia alemana una actitud similar a la del cónsul Atilio Régulo. Preso por los cartagineses en la primera guerra púnica, se le dio permiso para acompañar a la embajada cartaginesa que iba a Roma a pedir la paz. Pero se le hizo jurar que si no la conseguía tendría que volver. Fue Régulo a Roma; con dignidad consular pidió al Senado que rechazara la paz, y lo logró. Y, acto seguido, volvió con la embajada púnica a Cartago, haciendo honor a la palabra dada, para pasmo de los cartagineses que no supieron estar a la altura de la historia y le dieron cruel tormento hasta su muerte.
Me encantó la demanda interpuesta en Chile contra el Sr. Bush, que visitó el país a finales del 2004. No fuera aceptada porque la juez, de acuerdo con el derecho internacional que el Sr. Bush atropella, le reconoció su fuero de Jefe del Estado.
Me encanta que el Sr. Kissinger, otro cómplice de genocidio de Pinochet en Chile, si no instigador, ha dejado de pasear su palmito por el mundo dando conferencias y cobrando millonadas a cuenta de los insensatos que, por sacarse una foto con él, o por ir al espectáculo político-comercial que monta esta gente asistían a sus conferencias.
Poca diferencia hay entre él y los gangsters que ordenaron la matanza de S. Valentín, una salvajada casi angelical al lado de la que ellos cometieron. Me encanta que tenga miedo a la justicia después de lo que le pasó a Pinochet. Con lo cual, aunque sin el traje naranja, sin las cadenas en los pies, sin los trabajados forzados que en EEUU son legales, sin la tortura que se aplica por el Gobierno norteamericano a los secuestrados en Guantánamo, el Sr. Kissinger estará encerrado de por vida en su prisión de los EEUU, de donde no podrá salir sin riesgo de ser encarcelado.
Me encantó que el Sr. Garzón - víctima hoy del TS - en defensa del derecho internacional y de nuestra legislación, intentara aplicar la justicia que se merecía al Sr. Pinochet, al que, por grande que era la certeza de culpabilidad, se le presumía su inocencia. Las lamentables maniobras del gobierno británico, deudor de la ayuda del genocida en la guerra de las Malvinas, pero sobre todo del español, dispuesto a interferir con la justicia todo lo que pudo, impidieron que esta buena obra se consumara. Pero los renglones torcidos de Dios han permitido el encarcelamiento de Pinochet en Chile, similar al de su compinche Kissinger en su país; y el tiempo ha ido aumentando su descrédito cuando se descubrió que además de asesino, como siempre suele ocurrir, fue un ladrón; y para eso ya no hay “disculpa patriótica” que quepa esgrimir.
No entiendo ¿o sí lo entiendo?, que el Sr. Rajoy, censurara al Gobierno, burlándose del Sr. Moratinos y la Sra. Rice aludiendo a la zorrillesca escena de sofá. ¿Cómo se puede caer tan bajo? Bastó con la escena del Sr Aznar, las patas sobre la mesa. Hoy el Sr. Rajoy es Presidente del Gobierno ¿pondrá también las patas por alto o se dedicará a seguir llevando el botijo a la Srª Merkel, sobre todo después de revalidar su triunfo? Yo creo que es opone a lo de Cataluña porque si se declarara independiente empezarían a descubrirse todos los asesinatos de Franco y a pedir, como la jueza Argentina la intervención de la justicia universal y eso le iba a colocar en un apuro. Esto de los dictadores siempre acaba produciendo más problemas que sólo los corruptos.

Democracia al fin de la Transición: (2) bromas y veras

  El humor es la salida pacífica ante el atropello inevitable. Por eso en la época de Franco había muchos chistes relacionados con una dictadura que no conseguíamos evitar y en estos momentos hay tan pocos con la dictadura del heredero del dictador porque sabemos que ésa nos la vamos a quitar del medio cuando se muera y tampoco tenemos tanta prisa.
                Juan de Borbón, el hijo del rey Alfonso XIII, al ver que el dictador que acabara con la república no quería nombrarlo rey le encomendó la educación de su hijo en los valores dictatoriales y fascistas que él representaba. Pero en el fondo, al fin y al cabo él también había intentado apoyar el golpe fascista contra la democracia, seguía esperando llegar a ser rey.
Pero cuando ya se veía que el montaje iba por otro camino y que el dictador y genocida, General Franco, acabaría o no nombrando rey a su hijo pero nunca a él, decidió hablar con el muchacho y decirle: “mira, hijo mío, todavía eres un niño, pero ya eres bastante mayor, tengo que decirte algo los reyes son los padres”. El hijo dijo que bueno, pero lo aplicó, como los demás niños a los Reyes Magos, no a los reyes de reinar expoliando al pueblo de ciudadanos libres convertidos en súbditos.
Las cosas fueron como se preveía; al final el dictador, que se había inventado un reino para que los aliados - tras el fracaso del fascismo y el nazismo no la emprendieran con él - decidió nombrar rey a su “pupilo” que, dócil, juró que seguiría tropellando nuestros derechos a cambio de recibir en herencia la dictadura.
Bajo la presión de la reacción de los militares, dispuestos a organizar un segundo genocidio las fuerzas políticas no democráticas, y por ello no republicanas - PSOE y PC - abdicaron de toda veleidad democrática. Las fuerzas de la derecha, los nacionalismos del PNV, CiU, CDC y PP (heredera del franquismo a través de la refundación de AP, fundada por 7 ministros de Franco, llamados “los 7 magníficos” como el título de un a película de aquella época) no tuvieron que abdicar da nada porque su nacionalismo -basado en el hecho diferencial que considera con más derechos a los nacidos en unas provincias que a los nacidos en otras - es antidemocrático.
En esas condiciones se hizo una votación y se convocaron unos comicios de los que se excluyó a los partidos republicanos que no admitieron no incluir en su propaganda la reivindicación de la república. De este modo se organizó el nuevo Parlamento, continuidad del anterior, bajo la Jefatura del Estado del designado por el dictador que - consciente de su origen ilegítimo - se declaró dispuesto a hacer la Transición a la Democracia.
Educado en la mentira, ésta fue la más sonada de todas - hubo muchas - porque lo que estaba organizando era la Transición de la Dictadura Militar a la Dictadura Regia en un nuevo engaño al pueblo al que sigue considerando sus súbditos porque está sub dictum -bajo el mandato - del anterior dictador al que ha heredado en su derecho a seguir teniendo súbditos.
Pues bien, en estos momentos en el que, con igual paciencia que con el anterior dictador militar, estamos dispuestos a esperar que se extinga la vida del actual dictador regio, para recuperara la democracia republicana de la que, uno tras otro nos han privado desde hace casi ochenta años, conviene recordar aquel chiste y aplicárselo a su hijo que, con un tupé propio de Alan Ladd, no se despeina en su pretensión de seguir heredando la dictadura monárquica de su padre.
Por eso, el pueblo en el que reside la soberanía y del que emanan todos los poderes del Estado (art.. 1.2,CE78) le va a decir dentro de unos días, dándole un aviso con el Jaque al Rey, “los reyes son los padres”, no los hijos.
Y así como en el caso de su abuelo no fue verdad, el padre del actual dictador regio no fue rey, en el caso del hijo del actual dictador regio si va a ser verdad: el hijo no será rey.
Ahora bien, si es demócrata - que es evidente que no lo es - y si es verdad que se cree tan preparado como todo el mundo dice - y él mismo no está seguro de estarlo tanto - tiene la oportunidad de llegar a ser Jefe del Estado presentándose ante el pueblo y pidiendo que le elijan. Pero le falta, como dice en la Zarzuela “lo que hay que tener” con lo que nos demuestra que le falta “el mérito y capacidad” que es exigible a cualquier Jefe del Estado.

23 sept 2013

Delincuentes e inmorales

                Partiendo de la presunción de inocencia - que se interrumpe cuando el juez admite una denuncia a trámite porque sólo la admite cuando hay una presunción no despreciable de culpabilidad - cualquier ciudadano no se convierte en culpable, es decir, en delincuente, hasta que un juez dicta una sentencia inapelable, bien porque no cabe recurso o porque cabiendo no se ejerce.
                Pero la convivencia, por fortuna, no se base en dividir a las personas en dos grupos, 1.- delincuentes y 2.- inocentes. Ni siquiera en cuatro grupos: 1.- delincuentes que están en la cárcel, 2.- delincuentes que jamás irán a la cárcel - para eso sus amigos en el gobierno pueden indultarlos ¡y lo hacen! - 2.- inocentes que están en la cárcel, 4.- inocentes que no están en la cárcel.
                Los ciudadanos hacemos otra división: gente decente y gente indecente. Por supuesto esa división no es tan radical como la de delincuente y no delincuente, pero sí es bastante clara. Pero no hay que confundir claridad con indiscutibilidad, porque la regla de medir la decencia y la indecencia es - ¡Dios sea loado! - personal y docentemente transferible. Y digo docentemente transferible porque la escuela es la última opción de educar a los ciudadanos en la reflexión.
                La cuestión, por tanto, no es que el Presidente del Tribunal Constitucional haya o no  cometido algún delito ocultando su participación activa en el PP como militante singular, ¡aunque no con cargo ejecutivo!
La cuestión es la de saber por qué oculto esa realidad a sus colegas electores antes de que ellos decidieran si le votaban o no como Presidente. La disculpa de que no le pareció importante, no es admisible y es evidente que esa información era relevante a la hora de tomar decisiones de esta naturaleza, bien para elegirlo, bien para no elegirlo. Por tanto, está fuera de toda duda que hubo una intención de engañar. Un engaño por inacción.
Pero el actual Presidente conoce, es licenciado en derecho, el art. 11, CP: “Los delitos o faltas que consistan en la producción de un resultado sólo se entenderán cometidos por omisión cuando la no evitación del mismo, al infringir un especial deber jurídico del autor, equivalga, según el sentido del texto de la Ley, a su causación”, aunque, claro está, no existe un especial deber jurídico, sino ético.
Eximios juristas han llegado a la conclusión de que no hay nada delictivo, ¡ni antirreglamentario, siquiera! en la actuación del Presidente del Tribunal Constitucional. ¿Donde estaban cuando se declaró que existía incompatibilidad con otro miembro del Tribunal Constitucional cuyas opiniones habían sido consecuencia de una consulta profesional y no de una militancia ideológica?
Cada ciudadano puede pensar lo que quiera. A mí el hecho me recuerda a Hamlet, pero ser inmoral no es un delito. De hecho hay otros ciudadanos que consideran que es moral lo que a mí me parece inmoral. Por lo tanto no es correcto que yo diga que ningún  comportamiento “es”moral o inmoral, sino que a mí “me parece” moral o inmoral y puedo decirlo porque -todavía - el ejercicio de la libertad de opinión no es un delito, como sí era antes.

El próximo fraude: La ley de Transparencia

¨              Con su cara de palo, impertérrito, sin movérsele un pelo, sin que el color suba a sus mejillas,  siguen con sus mentiras y nos dicen que nos van a bajar las pensiones para no tener que congelarlas y así poder mantener su poder adquisitivo. El colmo de la desvergüenza no tiene límites.
La mentira se ha instalado como nunca en este país. Ni siquiera en la dictadura, que amamantó ésta, se dijeron tantas mentiras. Entonces, simplemente, se ocultaba la verdad lo cual, al menos, aunque producía terror, no producía vergüenza. Porque eso es lo que nos produce ahora oír a estos políticos: vergüenza ante tanta desvergüenza.
Transparencia es lo que queremos que nos den - ¡por sus obras les conoceréis! - además de agilidad, en el comportamiento del Ministro del Interior y del Ministro de Justicia y del Ministro de Asuntos Exteriores, para dar paso libre a la justicia. Para que se pueda enjuiciar a los torturadores franquistas que todavía están vivos, bajo protección política del aparato del Estado, que - por haberse impedido que nos la dieran los jueces españoles - tenemos que recibirla de jueces argentinos ¡si lo consiguen!
Transparencia es lo que queremosque nos den - ¡por sus obras les conoceréis! - además de agilidad, en el comportamiento del Ministro del Interior y del Ministro de Justicia y del Ministro de Asuntos Exteriores, para dar paso libre a la actuación de los miembros de las Naciones Unidas. Para que el mundo sepa la gran mentira de la Transición a la Democracia que nunca existirá - ya está el becario calentando motores para heredar la dictadura regia heredera de la dictadura militar del genocida General Franco - a fin de que puedan informar del genocidio cometido por las tropas franquistas que, conscientes de su salvajada, la ocultaron por campos y cunetas para que nunca se pudieran descubrir y así poder negar su existencia.
Transparencia es lo que queremos- ¡por sus obras les conoceréis! - además de agilidad, en el comportamiento del Gobierno que han negado a los hijos y nietos de los asesinados el derecho a descubrir sus tumbas y darles un honroso entierro con la disculpa de que estamos en crisis.
La falsedad de la Transparencia prometida - ¡dime de que alardeas y te diré de qué careces! - es evidente. Cuando el Sr. Aznar presumía de que estábamos creciendo más que nadie en la Unión Europea y nadábamos en la abundancia, no había dinero para reparar el daño causado por los herederos de aquellos asesinos, unos herederos que siguen tan avergonzados como ellos y como ellos quieren seguir ocultando su crimen.
Queremos Transparencia, no una ley de transparencia para que no haya transparencia.
Transparencia en las informaciones que tenéis sobre las actuaciones de los corruptos que hubo en las filas de vuestros partidos, aña tras año, en puestos con elevado manejo de dinero público; corruptos que seguís sin poner a disposición del juez, porque ocultais las pruebas de sus delitos ¡aunque el juez os la pida!, en cuyo caso esa información se volverá tan transparente que se evaporará, como se evaporaron ¿cae mayor transparencia? los libros de visitas, los videos de control de acceso a la sede del PP, los discos duros de los ordenadores, los …., los…, los…
Transparencia desde las más altas magistraturas del Estado - incluso de las designadas por el dictador genocida - hasta el último ayuntamiento donde gobiernan esos corruptos. Los que saludan brazo en alto y dicen que si Franco asesinó a un millón de españoles es porque se lo merecían. Quizá por eso, con piedad y caridad cristianas, tantos curas y tantas monjas se opusieron al asesinato de los hijos de tantas mujeres demócratas y se conformaron con vendérselos a familias decentemente cristianas que no dudaron en pagar por ellos. Pero también los que saludan con el brazo en bajo - a veces son los mismos, porque para eso tienen dos vasos -  poniendo "el cazo".
Pero toda la transparencia que nos dareis será la que tiene vuestra alma, opaca de puro negra. Y si alguien tiene alguna duda ahí tenemos la prohibición de discutir la moción para saber si Rajoy, en opinión del Parlamento mintió o no. Por supuesto que el PP tiene mayoría y por tanto el resultado de la votación sería que no mintió.
Pero el PP no quiere ni que se discuta- ¡demasiada transparencia! - porque si se discute el ciudadano puede llegar a sus propias conclusiones y, cuando el PP diga que Rajoy no mintió, el ciudadano concluya: "¡no nos representan!". Y ya sería uno más.

22 sept 2013

Democracia al fin de la Transición: (1) cuentos de príncipes y princesas

Los padres, quizá más las madres, suelen decirle a sus hijos que son los reyes de la casa. Ellos no entienden a ciencia cierta qué significa eso pero como suele ir acompañado arrumacos y caricias afectuosas lo aceptan como algo bueno. Luego, mas las niñas que los niños suelen  recibir regalos de princesas muñecas. Siguen sin saber qué es eso de ser princesas pero lo asociación con trajes rosas, trajes pargos coronas de ro y demás zarandajas.
Es habitual que los padres lean o cuenten cuentos de reinos y princesas: Blancanieves y los siete  enanitos, La Bella Durmiente, Cenicienta. Incluso suelen ver en el cine alguna de esas almibaradas películas de Walt Disney llenas de colores pastel: rosita, verde clarito, azul celeste, amarillo pálido y demás colores a juego. Los cuentos, en todas las civilizaciones son una herramienta didáctica para preparar a los niños para la vida.
Hoy como ayer deben contarse esos cuentos para transmitir con ellos no los valores que en ellos hay, en parte indecentes sino para destacar lo que en ellos es injusto y abusivo y enseñarles los verdaderos valores de justicia, igualdad, democracia, etc.
Eso pasas por hacerles ver que ese montaje de príncipes y princesas, donde unos mandan ¡porque sí!, y otros tienen que obedecer ¡por igual sinrazón!,  es un atropello injusto e intolerable con el que ya no se abusa de la mayoría de la gente en la mayoría de los países.
Hoy la mayoría de los países son democráticos y que es la mayoría de los ciudadanos quien elige a quien va a dirigir lo que es de todos, que se llama, en latín, la re publica. Que deben elegirse por su “mérito y capacidad” pero también por la honradez en el cumplimiento de sus compromisos de respeto a la libertad, la igualdad y la fraternidad; es decir, a todo lo que no existía en esos cuentos llenos de gente malvada que se apropia de lo que no es suyo. Lo que hace alguien  inteligente es elegir al que va a dirigirnos, pero reservándose el derecho de cambiarlo si lo hace mal. Por eso el cargo de rey para toda la vida y que lo herede su hijo es una solución estúpida.
Esa explicación, aunque no la entiendan del todo, les hace familiares los valores éticos democráticos: igualdad libertad y fraternidad: la esencia del mundo justo. El que queremos que lleguen a vivir, que explica por qué hay que estudiar, aprender lo que otros hicieron y enseñara a nuestros hijos lo que nosotros hicimos. Aprender un trabajo o profesión para hacer algo bien hecho, porque quien elige hacer lo que les gusta siempre lo hará bien. Y porque lo bien hecho vale la pena otros lo comprarán y de ese dinero ellos recibirán un salario justo con el que poder mantenerse ellos y su familia, si llegan a tenerla.
Cuando se dice que alguien “vive del cuento” es como esos príncipes y princesas que es una forma indecente de vivir a cuenta de los demás. Al contarles esos cuentos es el momento de enseñarles lo injusto de la sociedad de reyes y súbditos y que lo único decente es la democracia donde no caben reyes no tienen cabida ¡salvo si son elegidos!
Nadie hay superior a otro: todos somos iguales; al ser libres nadie tiene derecho a mandar sobre nadie. Lo decente, y por tanto lo inteligente,  es que, para organizar las cosas se elija a quien ha demostrado ¡compitiendo con los demás!, que tienen más mérito y capacidad y que es decente, que no hace trampas ni se queda con lo que no es suyo.
En las familias los niños no son libres porque son ignorantes y por eso sus padres, que si saben, les dicen como hacer las cosas. En un Estado democrático todos somos libres y sabemos haber las cosas, unos unas y otros otras; todos somos iguales en nuestros derechos y somos solidarios fruto de la fraternidad que nace de la igualdad ayudando al que lo necesita y compartiendo con él lo que tenemos nosotros. Nosotros decidimos como organización la re publica, sin que nadie superior a nadie - ¡todos somos iguales! - se imponga sobre nosotros.
Estos cuentos sirven para enseñarles la vida real; la misma que pretendían enseñar aquellos cuentos  cuando ese montaje principesco y regio se consideraba decente. Hoy es sólo un recuerdo de una forma de atropello histórico ya extinguida en casi todos los países, aunque aun pervive en algunos en la actualidad.  Hoy todos, aunque  sus padres hubieran sido reyes, deben ganarse la vida con una profesión decente, no pretendiendo vivir del cuento abusando de los demás, sino  compitiendo con los demás en condiciones democráticas de igualdad.

¡No me toques las pensiones!: (VI) Actualizacion según el IPC

Dice el art. 50,CE78: “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio
                Aquí hay dos obligaciones contractuales distintas. La CE78 es un contrato entre el pueblo “en el que reside la soberanía y de la que emanan todos los poderes del Estado (art. 1.2,CE78). Si bien el del Jefe del Estado emana del dictador y se tolera con carácter vitalicio, a su muerte finaliza la Transición a la Democracia y el pueblo recuperará la soberanía de la que se le privó con un golpe de estado eternamente ilegítimo y podrá elegir al Jefe del Estado.
                El primer contrato del art. 50,CE78 es una obligación de resultados: “garantizarán la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad”. La forma de hacerlo es “mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas”. Por lo tanto si las pensiones se actualizan periódicamente pero NO garantizan la suficiencia económica, la obligación de los poderes públicos se incumple.  El segundo contrato en cambio lo es sólo de “promoción”; por lo tanto se está obligado a promover que se logre el objetivo ¡pero no a lograrlo!
Las pensiones son un derecho material que adquieren los ciudadanos tras pasarse toda su vida laboral pagando; ésa es su parte del contrato. La de los “poderes públicos” que recibieron ese dinero es garantizar la suficiencia económica mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas en función de la cantidad pagada que configura la jubilación.
                La mayoría de las pensiones, si se percibe el 100 %, equivalen al salario del trabajador que se jubila. Esa cantidad “garantiza su suficiencia económica”, pues con ella vivía de modo suficientemente satisfactorio y es la referencia de la “pensión adecuada”.
                El Índice de Precios al Consumo (IPC) es la referencia del poder adquisitivo en muchos contratos: alquileres, pagos aplazados, etc. Éste índice se estableció para cumplir el contrato constitucional de actualización periódica de las pensiones. Era fórmula se estableció para que las pensiones - ¡a partir de la primera! -  mantuvieran la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad.
El Parlamento puede cambiar las condiciones de futuro de jubilación; si el Estado es social (art. 1.1,CE78) el cambio debe mejorarlas, pero nunca puede privar de los derechos adquiridos alegando que son una expectativa de derecho. Lo son para poder ejercerlos pues son una obligación suspensiva temporal. Si no se cumple el plazo no se genera derecho. Si se cumpla se genera el comprometido que se generaba año tras año durante toda la vida laboral, no el existente en el momento de la jubilación, salvo si es más favorable, momento en que se perfecciona el contrato como la suma del producto del derecho generado cada año por el número de años en que se estuvo generando, actualizado con el IPC. Cualquier otra cosa es un incumplimiento de contrato por la vía de la expropiación con fraude de ley. 
                Ni esa disculpa vale con los trabajadores ya jubilados. Su contrato se perfeccionó al jubilarse y ya no cabe modificarlo. El Gobierno no puede alterar la regla de actualización de la primera pensión, comprometida a partir de las cantidades apartadas. Equivaldría a confiscar el derecho adquirido ¿para contribuir al sostenimiento de los gastos públicos o para compensar la corrupción tolerada, cuando no fomentada?
                Dice el art. 31.1, CE78: Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.
Añade el art. 33,CE78: Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.
No actualizar las pensiones, además de una confiscación, sería discriminatoria. Dice el art. 14,CE78: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, y la condición o circunstancia de jubilado es personal y social.
Cumpla, pues, el Gobierno con el art. 31.1,CE78: un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad,  y acabe con la corrupción que fomenta por:
a)      la regresividad impositiva, en vez de favorecer al especulador, ¡que se apropia la riqueza común!, y que, aunque gana más, paga una tasa menor que quien - ¡creando riqueza! - tiene un bajo salario
b)      el fraude multimillonario al fisco, en vez de fomentarlo a base de amnistías fiscales que premian a los delincuentes con un pago reducido de impuestos, sin penalización y, además, otorgándoles una amnistía penal.

¿Quién es más mindungui?

Ahora se nos vende a bombo y platilla la última pamema regia. La “primera rueda de prensa en la Zarzuela ¡con preguntas y respuestas!” Los periodistas, ¿ son tan menguados que son, lo celebran con alegría y alborozo como si no fuera algo que les es debido. ¡No se enteran!
¿Acaso no aprendieron en su Facultad de Ciencias de la Información que las “ruedas de prensa” ectoplasmáticas, sin preguntas o sin respuestas no es una rueda de prensa? Es una falta de respeto a su profesionalidad, que soportan con una falta de dignidad tan grande como grande es la falta de respeto con la que son tratados día tras día.
Es penoso, da vergüenza ajena, que los representantes del “cuarto poder” no sean capaces de exigir a los representantes de los otros tres poderes el mismo respeto que estos se exigen entre sí. Los representantes del “cuarto poder“ tendrían que ser conscientes - eso sólo exige reflexionar - que ellos son los más democráticos. Ellos reciben a diario el voto o lo pierden de todos los que compran el periódico o enchufan la radio o la televisión.
Serían un ejemplo de democracia directa si su comportamiento estuviera a la altura de los ciudadanos a los que pretenden informar, los cuales somos  “el asiento de la soberanía de la que emanan todos los poderes del Estado” (art.1.2,CE78) (salvo el poder del Jefe del Estado que emana del dictador y genocida al que le prometió que seguiría privándonos de la libertad a su imagen y semejanza y con sus propias leyes). Pero eso habrá que arreglarlo y pronto.
Esta situación de pamema no difiere en nada de la que existía en el S. XIX. Sin embargo aquel siglo fue la primera vez que pusimos en la calle a un Borbón -  Isabel II - recuperando así los ciudadanos la soberanía, porque que es nuestra.
La segunda vez fue en el S. XX, cuando pusimos en la calle a otro Borbón, Alfonso XIII.
La tercera vez, ¿será en el S. XXI?, porque ya toca dar fin a estas restauraciones a golpe de generalote, la última a golpe de genocidio, con lo que no cabe mayor ilegalidad ¿desde cuando un generalote puede inventarse un reino y nombrar reyes?
Las dos preguntas que nadie supo - ¿se atrevió? - era ¿cuándo piensa el heredero del dictador devolver la soberanía al pueblo español, al que aquel se la robara y el heredó el robo?
¿O piensa dejar en herencia esta dictadura a su hijo impidiendo la Transición a la Democracia?
A la vista de lo ocurrido tendremos que esperar a que las haga un periodista rumano.
Éste es el “cuarto poder” que tenemos; un “cuarto poder” mojigato, atemorizado como bajo Franco - al fin, está es la continuidad de su régimen - y por eso es servil. Un poder que disfruta una diarrea de placer porque le dejan preguntar y le contestan a lo que pregunta.
Entre las respuestas una adelantó que, ¡una vez más!, el hijo de su padre lo va a representar en actos públicos - ¿lo representa como “hijo de su papá” o como hijo del Jefe del Estado? Si su papá fue invitado como  Jefe del Estado (aunque ilegítimo) el “hijo de papá” es un mindungui que no pinta nada allí. ¡Ni siquiera en una sociedad anónima - donde el dueño es el dueño - el “hijo de papa” podría representar a su presidente. Pero nadie preguntó sobre la falta de legitimidad del “hijo de papa”, ¡y eso dejando aparte la de su papá! La servilidad periodística, ¿o es la ignorancia?, impidió la menor pregunta sobre esa inaceptable sustitución.
La reunión iberoamericana es de Predungui?sidentes del Gobierno y Jefes del Estado. Si estos no pueden ir, allí están los Presidentes del Gobierno. No caben terceros substitutos. Salvo si se quiera dejar claro que esto es un reino dictatorial y los demás somos súbditos. Que el único verdadero nombramiento es el del dictador, nombrando a su heredero rey del reino que se inventó para que continuara impidiendo la democracia en España, como así ha hecho.
En ese caso la elección del Presidente del Gobierno en las unas es una farsa para  elegir un mindungui que disimule la continuidad ilegítima de la dictadura. El Presidente del Gobierno tiene otra oportunidad de indicarnos su nivel de autoestima: Presidente electo o fantoche.
Hemos aceptado al padre nombrado por el dictador; sirvió para lo que sirvió y se le dejará morir con las botas puestas. Aceptar que lo herede su hijo - se nos quiere acostumbrar metiéndolo de tapadillo en actos públicos - aunque cuente con la colaboración del  Presidente del Gobierno, que así desprecia los votos del pueblo soberano, sería demasiado cachondeo.
Pero el  Presidente está dispuesto a hacer ese “trabajo sucio”: engañarnos para que aceptemos la “servidumbre voluntaria” de la que habló de la Boetie hace casi 500 años sin que nos haya servido para nada. El Gobierno está empeñado en que sigamos siendo viles siervos voluntarios. Quienes lo votan se merecen el sistema dictatorial monárquico que sufrimos, como se merecían el anterior, que lo engendró, y al que también aplaudía. Otros no nos merecemos ni el anterior ni el engendro actual: hemos heredado la soberanía que nuestros abuelos recuperaron en 1931 y no nos conformaremos con menos.

21 sept 2013

Dios los cría y ellos se juntan

Que haya gente más o menos distraída que no preste atención a la realidad de las cosas y le pasen desapercibidas algunas que a los demás les llaman la atención, es lo normal.
Que eso le pase a un periodista, cuya labor es fijarse en las cosas y ver qué es singular en lo sucedido y que es lo normal y por tanto carece de interés noticiable, es lo exigible.
Pero que los directores de los periódicos publiquen noticias sin el más mínimo interés como si fueran periodistas novatos eso resulta ya más censurable, pero eso es lo que ha ocurrido en todos los periódicos, radios y televisiones españolas con sorprendente unanimidad, es decir, con igual falta de reflexión. Claro que la falta de reflexión es más censurable en aquellos periódicos que no son tan turiferarios del “régimen monárquico” ¿o es que lo son tofos y los despistados somos los que nos creemos que no lo son?
Sea lo que sea, no puedo por menos que sorprenderme al ver convertida en noticia el hecho de que  la hija de uno de los colaboradores de la sangrienta dictadura argentina - actualmente reina de Holanda - haya sido capaz de hacer reír al rey Juan Carlos I de Franco, heredero del dictador español, cuyo genocidio se prolongó durante casi 40 años y todavía sigue impune protegido por su heredero y por los partidos que decidieron disfrazar - como había hecho el dictador - de democracia la vigente farsa parlamentaria.
También los periódicos han convertido en noticia el que le pretendiente a heredar la herencia dictatorial que su padre no tuvo inconveniente en heredar - ¡la pela es la pela! - también se lleve tan bien con la hija del colaborador del genocida.
Ciertamente hay más que comunidad de ideas recibidas en la etapa de la formación ética de las personas; en este caso hay también una pretensión de que si la hija del colaborador de un genocida argentino pudo llegar a ser reina de Holanda, ¿por qué no va a poder llegar a ser Rey de España el hijo del colaborador del genocida español que no tuvo inconveniente en jurar por duplicado, - la primera vez en vida del genocida y dictador y la segunda vez una vez muerto el dictador y genocida, que estaba dispuesto a seguir atropellando la libertad de los españoles con tal de que le dejar heredar el cotarro no democrático y dictatorial “atado y bien atado” que tan bien le ha venido.
“Dios los cría y ellos se juntan”. Ése es un viejo refrán español que viene al caso por lo que, ¿Dónde está la noticia? ¿Dónde está el interés? No lo veo por ningún lado salvo en los periódicos y programas de “salsa rosa”, que el sitio natural donde deben estar todas las monarquías, que es para lo único que sirven, para satisfacer la curiosidad de gente que se caracteriza por su espíritu “intelectualmente porteril”, propio del S. XIX.
Estaría bien que en el futuro los periódicos que pretenden tener fama de serios y con pretensiones culturales ahorraran a sus lectores este tipo de noticias de la nada o, de todo tiene que haber en la viña del señor, los coloquen en una página interior dedicado a “nonadas rosas”.