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20 jul 2014

Miente, que algo queda: I. Mentiras constitucionales y manipulación de índices

Los mejores argumentos en contra de una tesis los presentan los que la defienden. Es el caso artículo del Sr. Lamo de Espinosa, Catedrático de sociología en su falaz defensa de lo irracional en su artículo “La legitimidad de la Monarquía” (EL PAIS 16.07.2014). Parte de que su afirmación de que su visión es “más realista menos ideológica y más positiva”, lo que es una obviedad ¿alguien define sus tesis como menos realista y menos positiva? Por otra parte dice que su tesis es menos ideológica, pero rezuma ideología monárquica. Lo malo de una discusión no es que sea ideológica - ¡lo son todas!, lo malo es que defienda una ideología repugnante. Y oponerse a la democracia que nos hace iguales a todos y sin privilegios hereditarios lo es.

PRIMERA FALSEDAD: “es evidente que la forma monárquica de la jefatura del Estado fue votad por los españoles al votar masivamente la Constitución de 1978”. Nunca se ofreció otra alternativa a la monárquica. La votación de la CE78 se planteó en los siguientes términos:  ¿quiere que el Rey que nombró Franco sea el Jefe del Estado, del Reino que inventó Franco:
a.- aplicando las leyes franquistas a las que juró lealtad o
b.- aplicando las leyes derivadas de esta CE78 que nunca jurará?
Lo único evidente, votáramos SI o NO era que el monarca designado en la “Monarquía del Movimiento Nacional”, como la designó Franco y juró Juan Carlos, ¡permanecía siempre!
SEGUNDA FALSEDAD: “… lo que le otorga una legitimidad legal indiscutible”
Si cuando votes lo que votes algo ocurre siempre ese algo es democráticamente ilegítimo porque nunca fue objeto de elección describir el hecho equivale a  demostrarlo.
TERCERA FALSEDAD: Utiliza el autor diversos índices como referencia argumental, pero cuando el lector consulta los índices ve que lo que ha hecho ha sido manipularlos.
Por otra parte un índice que dice que Francia es una democracia defectuosa y España una democracia plena no parece muy creíble! No obstante esos índices si demuestran algo es lo que contrario de lo que afirma el Sr. Lamo de Espinosa: si hay 4 monarquías entre los 10 primeros, el  40 % vs. 60 % significa que las repúblicas ganan; ampliado el cómputo a 20 hay 2 monarquías más; baja así el porcentaje al 30 vs el 70 % de las repúblicas. Señala luego que España está en el 25 y Francia en el 28, pero oculta que entre los 30 primeros países el porcentaje de repúblicas más democráticas aumenta al 73,3 % y el de monarquías baja a 26,7 %. Y sobre 50 países hay un 16 % de monarquías frente al 84 %. Ocultar estos datos revela la calidad  ética y científica de su autor. “Nullius in verba” dice el lema de la Royal Society. Respetar, no manipular los datos, es una obligación de cualquier persona decente, no digamos de un docente.
CUARTA FALSEDAD: Otra manipulación, esta vez del índice de desarrollo humano de la ONU se cita pero no se analiza: hay 4 monarquías entre los 10 primeros, es decir 40 % vs. 80 % de repúblicas; hay 6 entre los 20 con lo que el porcentaje baja a 30 % vs. 70 % a favor de la república. Se trata de una manipulación de datos. Si se amplía el cómputo a 30 (España ahora ocupa el 23) hay 10 monarquías y el porcentaje sube a 33,3 % vs. 66,7  aunque en el cómputo sobre 50, con 13 monarquías el porcentaje baja al 26 % vs. 74 % de repúblicas.
QUINTA FALSEDAD: En el índice de percepción de la corrupción se cita, pero tampoco se analiza: hay 4 monarquías entre los 10 primeros, 40 % vs. 60 %; hay 7 entre los 20 primeros, bajando así a 35 % vs. un 65 % de repúblicas; si se amplía el cómputo a 30 países (España es ahora la última) hay 9 lo que baja el porcentaje a 30 % vs. 70 % y si se amplía a 50 hay 15 países con lo que se mantiene el 30 %.
SEXTA FALSEDAD: Sigue la manipulación al citar de pasada los índices de igualdad sin analizarlo porque es muy desfavorable. Entre los 10 primeros hay 3monarquías, es decir, 30 % vs. 70 % repúblicas. Entre los 20 primeras hay 6; de nuevo 30 % de monarquías vs. 70 Repúblicas. Entre los 30 primeros hay los mismos 6; ahora el porcentaje baja al 19,8 % vs. 81,2 % a favor de las repúblicas  y al haber 8 monarquías sobre 50 países baja hasta el 16 % vs un 84 % a favor de la República. Por cierto, el autor oculta, ¿por pudor?, que España ocupa el puesto “56” entre los maravillosos ejemplos de igualdad que dan las dictaduras monárquicas hereditarias. Este artículo es un claro ejemplo de la ideología que dice “difama (a la República) que algo queda”.

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