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18 abr 2016

Minifundio republicano

Es general nuestro rechazo a los desbordamientos del egocentrismo que ignora lo común y se fija en lo diferente. Es la fórmula más eficaz de arruinar cualquier opción de cambio. Esta crítica harto correcta exige una mínima reflexión no vayamos a tener una viga en el ojo.
Los republicanos, a los que también nos indigna esta actitud, valoramos positivamente el florecimiento de nuevos grupos republicanos índice de su creciente aprecio ciudadano, pero debemos lamentar que ninguno de esos grupos se funda con los existente ni estos entre sí.
Nada esencial nos diferencia a uno de otros. Todos defendemos los mismos principios de igualdad, libertad y fraternidad, el laicismo, la potenciación de la función pública, sanidad, docencia, etc. El respeto a estos derechos humanos y al trabajo son la única garantía de progreso y justicia distributiva. Queremos hacer verdad el art. 1.2 CE78: “La soberanía reside en el pueblo de donde emanan todos los poderes del Estado”. El Jefe del Estado debe ser elegido por los ciudadanos en elecciones públicas y periódicas o seguiremos siendo súbditos.
Eso sólo se hace estando juntos; agruparse en colectivos grandes es imprescindible para hacer algo concreto socialmente útil. Eso exige coaligar los que existen; sumando lo atomizado; agrupándose y no dividiéndose; colaborando en vez de ignorarse. Hay intentos de Redes, Juntas, Federaciones, etc., que no acaba de cuajar a veces por excesivo dirigismo ideológico de un grupo sobre otros: otras porque el excesivo individualismo nos impide colaborar en un objetivo común.
El pasado 15 de abril se celebró en el Ateneo la 7ª Reunión de la Alianza de Movimientos Republicanos Europeos (EARM) con la presencia de los representantes de los movimientos republicanos de los países monárquicos. España estaba representada por la Red Intercívica Republicana. Se cursaron invitaciones para el acto de clausura que se celebró en el Salón de Actos del Ateneo el sábado 16 de abril. Un salón de actos cuyo lleno debió ser hasta la bandera, la republicana por supuesto, pero que tenía demasiadas calvas y notorias ausencias entre los asistentes. ¿Dónde estaban los representantes de los movimientos que nos manifestamos el 14 de abril? Un solo representante de cada grupos y ateneo de la ciudad de Madrid ¡no digamos ya de la provincia! Hubiera obligado a que muchos estuvieran de pie por los pasillos. No fue así.
El coloquio siguió a la exposición de los representantes de los miembros de la Alianza resumiendo la situación en sus países y sus proyectos. Nuestros privilegiados interlocutores, aludieron con cortés discreción a la diferencia de su situación con la de España. Ellos no tienen el retraso económico y social ni la situación de paro que sufrimos ahora bajo el actual gobierno; tampoco el peso sentimental del una guerra fratricida pues en sus países el fascismo fue derrotado. Ellos tampoco son tan individualistas. Pero sobre todo son prácticos y miran al futuro.
¡Ése es el único camino! Superar esta limitación individualista desde la que miramos más al pasado que al futuro si queremos ser eficaces. Plantearnos un objetivo: en 2017 deberá haber la mitad de Ateneos, grupos y partidos republicanos que en 2016. Eso nos permitiría llegar al 2020 siendo la decimosexta parte de los que somos hoy, es decir, ¡16 veces más poderoso! Ése sería el primer paso para crear un movimiento político republicano serio que se plantee hacer una oferta republicana seria a la ciudadanía.
Es necesario que busquemos al grupo más afín y que logremos una unión sacrificando ese nombre tan querido y tan familiar, tan lleno de recuerdos y de ilusiones tan …. nuestro, ¡pero sólo de nosotros! El objetivo es que no haya ningún grupo republicano con menos de un centenar de miembros, dentro de los que se ejecutarán tareas concretas en grupos menores. El objetivo del millar de miembros ¡qué menos!, lo dejamos para el año 2017. Seamos realistas: no hay fraternidad si somos pocos; no hay democracia si no somos muchos;
Lo esencial nos une; el trabajo hecho en común hasta el próximo 14 nos fortalecerá. Ésa es la tarea pendiente. Establecer objetivos reales modestos destinados al beneficio de nuestros ciudadanos; objetivos reales y mensurables que permitan medir su grado de cumplimiento.
Ése fue el principal mensaje de nuestros compañeros de la AERM. La búsqueda de la eficacia; el trabajo en común; las metas concretas y verificables a corto plazo cuya realización permita plantease otras más ambiciosas. Y para que no se nos escape el tiempo entre los dedos un análisis mensual del grado de ejecución de las tareas para identificar las inacciones, los errores y los éxitos y corregido lo imperfecto plantearse nuevas acciones concretas.
Nada dijeron que no supiéramos. Dijeron lo que ellos hacen: Dijeron lo que nosotros no hacemos. Sus grupos crecen en afiliados, y simpatizantes o colaboradores voluntarios; sus miembros, cientos o miles de afiliados según los países, permiten disponer de recursos para hacer estudios y campañas, para planificar el acceso a los representantes en sus Municipios, Regiones y Parlamentos; y a los media; para explicarles, pedirles y conseguir acciones concretas; para identificar a quienes quieren recuperar la democracia, el bienestar y la justicia que identifica un sistema republicano fundado en los principios de libertad, igualdad y fraternidad un objetivo inalcanzable mientras sigamos construyendo nuestro minifundio republicano.

Han pasado 85 años. Los últimos 40, si no perdidos han sido bastante inútiles. O es más eficiente, colectiva y común nuestra actuación o los 85 próximos también lo serán. Pero lo tarea ahora es definir qué objetivos y quienes y como los ejecutaremos desde hoy hasta el 14.04.2017.