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13 dic 2016

¿Somos seres humanos libres o animales heredables?

Antes los pueblos vivían libres de la tiranía que surgió cuando la tierra dejo de estar a disposición de todos por no ser propiedad de ninguno y pasó a ser propiedad de unos con exclusión de todos los demás. Allí se acabó la libertad democrática por la que se regían todos los pueblos. Hasta entonces, con más o menos variantes cada comunidad sólo necesitaba un Senado, mayoritaria si no exclusivamente formado por personas de edad que tenían más experiencia. En momentos de conflicto se elegía un Jefe, muchas veces joven, para dirigir a los guerreros para defenderse de las agresiones ajenas. Si había desacuerdos la secesión de la minoría permitía formar otra comunidad que repetía el esquema de gestión. Eran hombres libres. Llevaban todas sus propiedades puestas: ellos mismos. Su libertad aún no estaba secuestrada por las “cadenas de la propiedad de la tierra”, origen de nuestro progreso y causa de todos nuestros males por su reparto acumulado inicuamente en unos pocos.
Hace siglos también había esa democracia en Europa. El Jefe militar, a veces se le llamaba rey o emperador, era un empleo electivo, no hereditario. Defendía (¿) los intereses de sus súbditos y les cobraba por ello. Ese contrato social estaba muy claro en el reino de Aragón: “Nos, que valemos tanto como vos, os hacemos nuestro Rey y Señor con tal que nos guardéis nuestros fueros y libertades y sino, No”. Las guerras de expansión de los reyes se cuentan como “hazañas patrióticas” pero sólo eran un robo violento como el de cualquier otra banda de ladrones. Se aceptaba, para beneficio de unos pocos, que si la violación, robo y asesinato, sin excluir el genocidio, lo ordenaba un rey era un “derecho legitimo”. Se le llamaba “guerra justa” y aun ocurre en la actualidad. Lo hicieron Aznar y su trío de compinches .
El rey en aquellas épocas se arriesgaba como todos a que lo mataran los que se resistían al atropello. Esa regla, tenía cierta “legitimidad” por ser igualmente injustas al declararse el “derecho legítimo” de los agredidos a ser agresores cuando quisieran si los vientos les soplaran favorables.
En muchos países hubo reyes llamados “perezosos”; en realidad eran “espabilados”. Desde sus palacios organizaban el expolio de “sus súbditos” y “legitimaban” a sus nobles, caballeros y soldados los asesinatos, violaciones y robos sin límites con que hacer crecer “su finca”, que eso era “su reino”. A cambio les permitía explotar el terreno “legítimamente” robado a sus víctimas. Pronto luego se volvió al sistema tradicional: el Jefe de los facinerosos se ganó su derecho yendo al frente de sus ladrones arriesgando también su vida. ¡Mi reino por un caballo!, gritó Ricardo II en Bosworth. 
¿Qué último rey español se ganó “su derecho” a serlo? Fue Carlos I de España y V de Alemania. Felipe II fue el primer “rey perezoso" que "usurpó" unos "derechos" que no ganó; sólo los heredó y los aumentó a costa de sus nobles, caballeros y soldados a los que concedió “su legítimo” derecho a asesinar,  violar y robar en su nombre tierras que añadir a “su finca” a cambio de mercedes: señoríos, condados, marquesados y ducados, es decir el “derecho” a vivir de los impuestos sobre la riqueza creada por los trabajadores con el adicional “derecho” de horca y cuchillo.
Llevamos más de medio evo, más de 500 años, bajo la casi ininterrumpida dictadura de “reyes perezosos y usurpadores” de un poder que no se han ganado. Abusan todo lo que pueden, perjuran todo lo que haga falta, el más felón fue Fernando VII, que no el único. Su único “mérito” para parasitar la riqueza creada por los trabajadores era haber nacido de la fecunda coyunda de sus padres, también reyes “perezosos y usurpadores” , cuyo "mérito" era el mismo: haber nacido de la coyunda de sus padres, reyes “perezosos y usurpadores”, y así hasta Carlos I de España y V de Alemania, salvo en dos casos:
El primero se debió a la infecundidad de las coyundas del rey “perezoso/usurpador” Carlos II, que hizo de su sobrino nieto, el Duque de Anjou, el primer dictador borbónico  
El segundo caso es el actual. El  “merito” del actual rey “perezoso/usurpado” nace con el mérito de la fecunda coyunda su padre. Ése “rey perezoso y usurpador” no nació del mismo “merito”. Su “mérito” fue la usurpación heredada del mayor dictador y genocida que sufrió esta tierra: el General Franco que acabó “manu militari” con la democracia de la II República donde el ciudadano sí era el soberano. Él nos convirtió a todos en sus súbditos. Luego, perjurio mediante, nos “endosó” como súbditos al perjuro con igual legitimidad con la que los granjeros dejan en herencia “su tierra” y “sus animales de labor”. Eso somos los seres humanos para estos “reyes perezosos y usurpadores”.
¿No se ilegalizara la esclavitud en 1870 en España? Parece que no del todo. Los dictadores militares nos siguen dejando en herencia a su colegas, los dictadores monárquicos y estos entre ellos.

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