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21 jul 2017

Es la justicia, ¡estúpido!

La economía se suele emplear como argumento para atropellar los derechos de los ciudadanos y, en particular, sus derechos laborales. Sus adalides se llaman neoliberales; recurren al neo-lenguaje orwelliano porque vetero-explotadores es demasiado descriptivo.
Fue la economía el argumento para mantener la injusticia de la esclavitud hasta finales del S. XIX. Abolida en la metrópoli en 1837, en la práctica ya no existía desde 1766 la I República la ilegalizó en 1876 en Puerto Rico. Madrid, Santander Cádiz y Barcelona defendían la legalidad "por el interés de España" junto a otras ciudades a través de los Círculos Hispano Ultramarinos de ex residentes de las Antillas. Lograron mantener la “legalidad” en Cuba hasta 1876
También fuera “ilegales” los sindicatos en España, el primero legal fue en 1840 en Barcelona. De 1939, al acabar la democracia en España fueron ilegalizados junto con los partidos políticos; volvieron a ser legales tras morir Franco. Hace pocos meses era ilegal que los actos jurídicos nulos de pleno derecho - actos que nunca nacieron para el tráfico jurídico - produjeran efectos ex tunc pese que ya los romanos dijeran quod nullum est nullum effectum producit; en consecuencia no es que la nulidad de los actos produzca  efectos ex tunc, es que nunca pudo producirlos lo que nunca existió.
Eso ocurrió, p. ej. con la no retroactividad de las cláusulas suelo que declaró el TS porque "producía un perjuicio bancario"; ¿economía o justicia? Ignoraba así que atropellaba los derechos fundamentales de miles y miles de ciudadano abocándolos a la indefensión que prohíbe el art. 24.1 CE78. Por suerte el TJUE evitó esa indefensión revocando lo dicho por el TS y aún por el TC; otro caso es el de la subrepticia amnistía fiscal. Se quiere que produzca efectos, por seguridad jurídicam cuando lo que ésta exige es que lo que nunca existió no produzca efectos. Ojala esta vez seresuelva por los tribunales españoles y novolvamos a sufrir la vergüenza de que el art. 24.1 CE78 se cumpla ¡desde Estrasburgo!
Los vetero-explotadores (neo-liberales) consideran a Adam Smith  su profeta y revelador de la única doctrina del único Dios verdadero: el del becerro dorado de Aarón. Como todas las castas sacerdotales falsean su doctrina cuando dicen que esa doctrina exige que haya menos regulaciones; menos Estado y en el colmo del cinismo reclaman en su nombre más libertad.
La verdadera doctrina revelada por Adam Smith decía lo contrario: que si se daban las condiciones para un mercado perfecto una “mano invisible” se encargaría de alcanzar el óptimo entre la oferta y la demanda. ¿Quién puede oponerse a esta revelación de la razón?
Pero la realidad es otra; como no estamos en un mercado perfecto no actúa la “mano invisible” y por tanto no se puede alcanzar el equilibrio óptimo. La “mano invisible” sólo actúa en mercados perfectos cuyas partes tiene igual poder, igual información, etc., etc. Esta realidad tiene un corolario: dada la imperfección del mercado esa tarea, como única solución para alcanzar el equilibrio óptimo, la tiene que hacer una “mano visible”: el Estado, 
Sin duda el Gobierno encargado de regir el Estado ni es omnipotente ni omnisciente como la “mano invisible”; más aún, muchas intervenciones, lo vemos todos los días, son tan torpes que nos alejan más del equilibrio óptimo que si se abstuviera. El reciente caso de Holanda y con menos tiempo el de España lo acreditan. Pero ésa es otra cuestión: tener un gobierno inteligente es una cuestión política; depende de la decisión de los electores; un gobierno que sea la “mano visible que procure el equilibrio óptimo del mercado”, siendo también política lo es una cuestión de justicia.
Es la misma cuestión de justicia que obligó a los patricios a promulgar la Ley de las XII Tablas hace más de dos evos. Lo que subyacía tras esa reclamación de los plebeyos era, sin duda, también un problema económico; para su solución  ¿hay otra?, reivindicaron la seguridad en las leyes con la que esperaban lograr justicia, una seguridad cuya ausencia permitía atropellar sus derechos por los explotadores; aquellos vetero-explotadores que ni se llamaban neo-liberales, ni liberales. “Sin complejos” se llamaban lo que quieren ser: amos, duelos y señores de siervos y esclavos.
En los últimos lustros hay una renovada intervención de la “mano visible” subsidiaria de la “mano invisible” de Adam Smith; no es la del Gobierno responsables de Administrar el Orden Público del Estado, sino la de los abogados y de los jueces y magistrados sobre todo los de los Juzgados de primera instancia. Tras las alegaciones de los primeros y las sentencias de los últimos que unas veces son revocadas o ratificadas por las Audiencias, según los casos, casi siempre son revocadas, con "razones" económicas por el TS y por el TC. Al fin reciben el marchamo de justicia del TJUE en Estrasburgo. Allí se cumple el art. 24.1 CE78 que prometía lo que no dio en España.
En la campaña de Bill Clinton fue su famosa frase. es la economía, ¡estúpido! Con ella logró su triunfo. Con una igualmente económica pero más patriotera: “América first” Donald Tramp esta en la Presidencia y ha desplazado del puesto de peor presidente a Bush hijo.

Todo se ha debido a un error; no se trataba de economía: Es justicia ¡estúpido! 

16 jul 2017

Los frutos del árbol sano nunca están podridos

Hay una gran confusión de conceptos que produce corrupción intrínseca de la “justicia que se imparte“. No se protegen los derechos del ciudadano inocentes y desvalido, que ese es el objetivo único de la justicia desde mucho antes de que Ulpiano la definiera. Por el contrario, se protegen los no derechos de los ciudadanos que, presuntametne, han cometido un delito. Que la confusión de conceptos de la jurisprudencia nazca del TS y aún del TC genera preocupación. Si la sal, como dice el evangelio, pierde su sabor ¿quién la salará? Cualquier colega o no colega lector de estas reflexiones podrá decir, “siempre se ha hecho así”. A este argumento de autoridad opondré una broma un tanto infantil: “cien mil millones de moscas (son más) no se pueden equivocar: ¡coma m...!”.
El primer error conceptual es hablar de las Ciencias Jurídicas, esencia que no tienen. El marchamo de calidad de palabra ciencia hace que todos se apropien de ella ¿con ánimo de estafa? para acreditar una calidad que no tienen esos conocimientos. Hoy todo es ciencia: las psicológicas, de la información,  de la cosmética, del diseño y, como no, las Ciencias Jurídicas ¡con su academia real y todo! Todas estas denominaciones son fraudulentas.
Son científicos los conocimientos que nacen de aplicar el método científico, sin duda una definición tautológica como tantas que hay en cualquier diccionario. Método científico es el que reproducidas las condiciones obtiene los mismos resultados.; Se podrá reproducir el hecho material con más o menos precisión pero no se puede hacer con las acciones de las personas cuyas motivaciones, en no pocos casos, están ocultas aún para su autor. La acción de la justicia a la hora de identificar las motivaciones no es una actividad científica; es una técnica si utilizamos el término griego o un arte si utilizamos el término latino. Esa distinta naturaleza no menoscaba la calidad del trabajo pero identifica otro concepto.
La piedra de toque con que el platero verificaba la calidad del oro o la plata es que si se usa como sinónimo de incontestable un “conocimiento“ calificándolo de científico, no lo es. Nada incontestable es científico. Lo único incontestable son los dogmas, paradigma de lo no científico. La realidad es la que es; la esencia del conocimiento científico es de humildad; son solo hipótesis que se aceptan hasta que se verifique su falsedad. ¡Así desde hace siglos!
La realidad es la que es; el artista plástico explica la realidad y se acepta su calidad, se sabe que no es la realidad, sea la obra de un artista romántico, de uno clásico, de un fauvista, de un naif, de un puntillista, de un simbolista, de un cubista, ... de todos es buena.
El jurista podrá identificar los hechos con el tipo delictivo y valorar la indemnización material del daño a precios del mercado; ahí termina lo objetivo. Acreditar la intención base de la culpabilidad o valorar el daño moral producido no es una actividad científica, es un arte. Al juez o magistrado se le supone imparcialidad pero ése es un concepto distinto a la corrección. De aquella imposibilidad nace el principio General de Derecho “in dubio por reo” que considera mejor que un delincuente pasee por la calle a que un inocente esté encarcelado.
Visto el carácter no científico de las sentencias el fraude jurisprudencial de los jueces y tribunales corruptos consiste en confundir otros conceptos. Esa corrupción protege al poder, el eterno patriciado, cuyos excesos debería limitar en favor de la desvalida plebe según la tradición nacida de las XII Tablas. La interpretación jurisprudencial corrupta consiste en la errónea aplicación de un principio: del árbol podrido nacen frutos igualmente podridos. Ese principio, que es válido si se aplica bien, es corrupto cuando se aplica erróneamente.
Recordemos un caso prescrito: el caso Naseiro. Se aplicó esa doctrina a las pruebas legales obtenidas legalmente para otro caso. Con la corrupta aplicación del principio del árbol podrido un Tribuna declaró ilegal las pruebas y los recursos en contra se desestimaron. El Sr. Naseiro y sus cómplices del partido al que beneficiara fueron declarados no culpables.
Una cláusula abusiva es nula de pleno derecho; de ella no se deduce ninguna obligación jurídica pero no del principio de que el árbol podrido produce frutos podridos sino de otro principio anterior: el árbol que no existe no produce frutos. El resultado práctico puede ser el mismo pero su esencia, el punto de apoyo de la sentencia, es distinto. Lo que está podrido es el fruto del razonamiento erróneo.
Un problema puede dar un resultado correcto pero el problema estar mal resuelto si la forma de cálculo es errónea. También un principio mal aplicado puede dar una sentencia “correcta” en su resultado pero la sentencias ser nula al ser un fruto podrido por falta de razonamiento. El razonamiento correcto es la esencia de la sentencia incorrupta. La cláusula abusiva no es un árbol que produce frutos podridos sino que, por seguir con el símil, es un árbol que no existe para el tráfico jurídico y por ello no produce frutos.
El resultado práctico es el mismo; el concepto no ¡y eso es lo grave!, el concepto sí es un árbol que si está podrido produce efectos podridos: la sentencia putrefacta. Lo sabían los romanos, “non agunt nisi est”; los romanos eran muy inteligentes; ¡sabían latín!;saber latín es expresión sinónima de sabe razonar” como acabamos de ver.
¿Qué pasa con la prueba obtenida de modo ilegal? La jurisprudencia aplica el principio del fruto podrido del árbol podrido de modo incorrecto.  Obtener una prueba de modo ilegal es un delito y merece una sanción. Parafraseemos el evangelio: Test est qui est! La prueba es la que es; existe de modo autónoma, nace de la realidad al margen de que sea o no legal. Su causalidad es conceptualmente distinta  No le es aplicable el principio del fruto del árbol podrido. Factum est ipse ille!, i. e., la prueba nace del hecho, no es un fruto de cómo se acredita. La forma de acreditarlo sólo establece si es legal o no pero eso es otro asunto.
Si no se obtuvo, legal o ilegalmente, no hay prueba; pero si hay la prueba, obtenida de modo legal o no, no cabe decir que no existe. Y si hay prueba fruto de un delito existe una prueba y la prueba de otro delito, la forma de obtención de la prueba,  y hay que sancionar con rigor al delincuente según sea la magnitud del delito cometido, como con todo delito.
No hay el mismo grado de delito al mirar a través de la ventana, ¿recuerdan la película “La ventana indiscreta”?, que al mirar por el ojo de la cerradura, o dar una patada en la puerta, como quería legalizar el Ministro Sr. Corcuera, ¡eliminando el delito! que era lo intolerable. En todos los casos se viola la intimidad (derecho fundamental en la CE78)
No es igual el hurto “del tomador del dos”, la aristocracia del ratero que “tomaba” la cartera del bolsillo de su víctima con los dedos índice y corazón, que el “tirón del bolso” o que el “robo con escalo y fractura”, aunque en todos los casos se produjera la misma violación del derecho a la propiedad (derecho fundamental en la CE78).
En el primer caso ni se viola la intimidad; la esencia de la ventana es la reciprocidad de visión en ambos sentidos; el interior puede ocultarse con visillos, cortinas, contraventanas o mil y un medios; no hacerlo equivale a autorizarlo; y el exterior es público.
En el segundo caso, aunque el ojo de la cerradura tipo S. Pedro no está para mirar por él cabría taparlo interiormente y la distinción sería similar a la diferencia entre hurto y robo porque no hubo violencia, ni más de 400 € en la comisión del delito. En el tercer caso el delito sería mayor por el daño producido para su comisión. En los tres casos el hecho existe de modo autónomo al margen del procedimiento para conocerlo.
Al argumento conceptual, a mí me parece suficiente, puede añadirse que tampoco cabe aplicar el principio “in dubio pro reo”. No hay ninguna duda sobre la prueba material del delito. Más aún, a la vez se acreditan dos pruebas: a) la del delito cometido y b) la del delito de obtención de la prueba del delito cometido.  Lo corrupto es ignorar la realidad de ambas pruebas y consentir ambos delitos. Sanciónense ambos y ¡santas pascuas!
¿Por qué se aplica este principio de modo tan corrupto? No tengo ni una duda y la evidencia estadística avala mi certeza: los beneficiados de esta interpretación corrupta no son los “robaperas”; siempre son personas vinculadas a la política y al patriciado o a entrambos.
Esta corrupción de conceptos permite absolver a los “poderosos patricios corruptos” a cuyo servicio están los “ministros políticos corruptos” y, pues ellos tienen la última palabra,  los “tribunales de justicia corruptos” intelectual y éticamente corruptos que son los que crean o aplican esta doctrina corrupta. El progreso en la carrera judicial ofrece un sutil “pago en especie” difícil de demostrar porque, inevitablemente, al final hay que elegir entre dos candidatos competentes. Hay corrupción porque hay jueces y tribunales que se han olvidado de su razón de ser, la  que está en sus orígenes, en las XII Tablas o en el Código de Hammurabi aunque nos quede más lejano: la protección de los plebeyos desvalidos.
¿Qué queda del da mihi factum dabo tibi ius? La prueba está dada; al rechazarse se niega el ius que se prometió   y no se sanciona al que obtuvo la prueba ilegalmente. El caso de Naseiro fue el primer paradigma de la corrupción del vigente sistema jurídico, hay más y toavía habrá más. La prueba era legal. El árbol del que se tomó no estaba corrompido. El “injerto” al aplicarlo a otro arbolo no produce corrupción. ¿Qué fue de la “constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi”? Estaba de vacaciones y ahí sigue. Si una prueba es esencialmente legal lo es urbi et orbe. Las sentencias son públicas y sus hechos probados de conocimiento público y por ello puede alegarse donde se quiera, ¡claro esta!, salvo en los juicio corruptos.
Sospecho que la corrupción de esta jurisprudencia el TS la aplicará a todos los casos de corrupción política en capilla. Pero tampoco habrá discriminación (art. 14 CE78). La no derogada jurisprudencia de que distinguir entre lo diferente no es discriminación distingue sin discriminar al “señorito alegre y de buena familia” del “pobre y sucio borrachuzo”.
Me quedo anonadado al oír a los políticos y a no pocas autoridades judiciales repetir sin descanso, “oportune et importune” como dice la Biblia: “la justicia es igual para todos” si una Sentencia les favorece pero callarse ¡o quejarse! si la Sentencia les condena. El refrán “dimen de que alardeas ....” nació para describir esta corrupta realidad. En ningún otro país de la UE, al menos en su parte occidental, se insiste tanto en que “la justicia es igual para todos!
Mis reflexiones no impedirán la corrupción pero es todo lo que puedo hacer amén de sufrirla en los juzgados. En breve se aplicará en todos los tribunales corrompiendo su esencia. La desconfianza en la justicia crecerá. ¡Todo un éxito! Habrá menos querellas y demandas ¿para qué? y eso será  la prueba de lo contrario: este reino es tan justo que ni hay querellas ni demandas. ¿Cabe pedir más?
Dentro de no mucho se firmarán los indultos que ya están redactados a la espera del nombre del indultado y el del indultante; es decir, si los firmará el Sr. Rajoy en esta legislatura o el Sr. Sánchez en la siguiente, pero siempre sin dar ninguna: ¡ es legal el indulto irracional! Se trata de negar la realidad; ¿cabe algo más injusto o más anticientífico y antidemocrático?
Cuando oigo hablar de Ciencias Jurídicas me da la risa; pero tras leer algunos Autos y algunas Sentencias lloro y me declaro dispuesto a subscribir lo que con su cordial gracejo dijo hace unos años un Alcalde, que creo que era de Jerez de la Frontera y se llamaba Pacheco.
Pese a todo sigo ejerciendo de abogado. Si algo tengo claro es que lo único que no sirve para nada es lo que no se hace; y aun sirve para menos lo que ni siquiera se dice.

14 jul 2017

La primera papilla

Leo una noticia en el periódico. No doy crédito a lo que leo, pero sé que es cierto; aun me cuesta entender comportamientos que considero indecentes. No todo el mundo ha tenido oportunidad de recibir la misma educación y eso marca bastante en la vida, aunque no a todo el mundo. La gente inteligente con sensibilidad natural y capacidad de observación mejora.
Se dice que lo importante es la “primera papilla”. No digo que no lo sea, pero siempre he entendido esa expresión como un plus de obligación y no como un elemento de desprecio. Quien tuvo una buena “primera papilla” si se porta con corrección no tiene más mérito que quien no la tuvo y se porta incorrectamente. Por eso quien no tuvo la “primera papilla” y se portar con corrección merece tanta alabanza como desprecio merece quien habiendo recibido una buena “primera papilla” se porta como un perfecto hijo ..., en fin, se porta como lo que es.
La noticia la leo en un periódico que informa que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha recibido un cargo del Ayuntamiento de Guadalajara en el que le reclaman 2.057 € por la exhumación de D. Timoteo Mendieta y de otras 27 personas a las que asesinaron los franquistas por defender el orden legalmente constituido; el democrático.
Esta precisión es importante. Suelen ser las personas más indecentes las que exigen el respeto a la legalidad, pero ésta sólo merece respeto si es decente. Lo explicó ya Sto. Tomás y aun no se han enterado. A los 40 años del franquismo y a los otros 40 de sus sucesores, Juan Carlos e hijo por más “legal” que sea su disfraz les pasa como a la mona; que mona se queda.
Más indignante sería que la decisión del Ayuntamiento de Guadalajara fuera legal. En tal caso merecería igual falta de respeto que  la legalidad de la esclavitud, hace poco más de un siglo era legal; la legalidad de la mujer discriminada frente al varón. Hoy la mayoría de las mujeres, ignoran que esa igualdad la proclamó la República Democrática y la quitó Franco con su iglesia y sus fascistas. Sus hijos fracasaron y hoy el divorcio es legal, el embarazo extrauterino es legal; el matrimonio homosexual es legal pero todavía es ilegal el embarazo subrogado de quienes no quieren subrogar la maternidad como hacen muchos ricos.
Sigo con la noticia. La ARMH dice que el pleno municipal aprobó el pasado diciembre con los votos del PSOE y Ciudadanos una propuesta de Ahora Guadalajara para eliminar la tasa de exhumaciones e inhumaciones de los represaliados de la dictadura franquista, como es el caso de D. Timoteo Mendieta y sus compañeros. O sea, que además de indecente es ilegal.
La desvergüenza, papillas aparte, no tiene límites. La exhumación de los restos del Sr.  Mendieta fue posible gracias a  una orden de la juez argentina Dª María Servini, que investiga desde 2010 los crímenes de la dictadura franquista y que aplicando el principio de justicia universal ordenó la búsqueda de los restos y logró que se hiciera la exhumación. 
En España el Presidente, no del Ayuntamiento de Guadalajara sino del gobierno de España se vanagloriaba, ¿por qué nos humilla con su poca vergüenza? de incumplir la ley de memoria histórica negándole financiación. ¿Primera papilla? No, es sangre envenenada.
¿Qué otra cosa cabe esperar de este régimen heredero y continuador del franquista?  
Todos sabemos que la CE78 es un fraude; desde su génesis hasta su aplicación. Dice el art. 24.1: “Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión” pero todos sabemos que es mentira que hace juego con lo que dice el art.1.2 “ La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”, porque el poder del Jefe del Estado emana del ilegal de Franco y de él recibe su ilegalidad de acuerdo con la doctrina jurídica de la podredumbre de los frutos del árbol podrido” que consagra la jurisprudencia. Y como no hay dos sin tres ahí está la  mentira del art. 14: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Ahí está la familia del heredero nombrado por Franco, Juan Carlos I; con tal de heredar la finca de su abuelo, el que fue condenado en rebeldía por traidor a su patria, le juró que seguiría atropellando nuestros derechos con sus leyes, aunque luego no pudo hacerlo. Lo que si sigue haciendo es discriminar a todos los españoles; más o menos 47 millones de personas discriminados. Su hijo, que tomo esa “primera papilla”, claro, lo repite.
A D. Timoteo Mendieta lo fusilaron el 15.11.1939 y lo arrojaron a una fosa común, como un perro, en el cementerio de Guadalajara. Había cometido un gran delito: presidía la UGT en su pueblo, Sacedón. Tenía 41 años y siete hijos cuando lo asesinaron. Su hija Ascensión lo vio por última vez cuando tenía 13 años. Toda su vida quiso recuperar sus restos; lo logró el pasado 02.07.2017. 78 años después de su asesinato le pudo dar honrosa sepultura.
                No es la “primera papilla” ni la capacidad de observación y mejora. Hay personas que son como son y para su desgracia, y sufrimos los demás; morirán como nacieron: siendo malas personas. Y eso no lo da la” primera papilla”; lo da toda una vida queriendo ser mala persona.
                Si en Guadalajara hubiera una mayoría de gente decente el Ayuntamiento hubiera corrido con los gastos del proceso judicial y los materiales, de alojamiento y manutención de los voluntarios y de las pruebas de ADN para identificar los restos hallados en la fosa común. Los pagó la ARMH. Al revés de lo que ha hecho el Ayuntamiento, el juzgado de Guadalajara atendió el exhorto de la jueza argentina, tuteló los trabajos de exhumación y ningún familiar de las personas exhumadas tuvo que pagar por los trabajos de exhumación e identificación.
                ¿Primera papilla? No, alguno mucho más íntimo: decencia.
En China también le cobran a la familia del asesinado el coste de la bala. Y allí es legal.

13 jul 2017

¡País, paisaje y paisanaje!

Se reunió el Consejo de Administración de la empresa. Estaba convocado el Director financiero  de su empresa. Había que explicar la realidad de la situación y la situación ya no se podía resolver con palabras planteando un futuro prometedor, el futuro se había convertido en pasado y el presente era, simplemente, desastroso.
El Director siempre había dicho que la situación de la que hoy tenía que dar cuenta como la había gestionado no era tan mala como como decían los críticos que no hacían más que señalar que la situación estaba mucho pero y que era necesario tomar otras medidas porque las medidas que se estaban tomando eran incorrectas. Esa ya era la realidad  y ya no se podía discutir. La realidad había demostrado que todos los errores que se habían denunciado en su momento eran ya unos errores indiscutibles.
La realidad había emergido y ya no se podía negar, ya no se podía seguir sosteniendo ese planteamiento optimista; ahora había llegado el momento de dar cuenta de los resultados de una gestión, sin duda en tiempos difíciles, pero que no había sabido afrontar la realidad de los resultados.
En esta situación ya no se podía seguir manteniendo el mismo mensaje. Todo había cambiado y ya no se podía hacer otra cosa que reconocer que la realidad es la que es porque ya no puede seguir diciendo lo que se decía hasta unos meses.
El ponente del Consejo de Administración le concede la palabra y el Director empieza reconociendo con sinceridad profundamente crítico:
“Si, es cierto, no se tomaron las medidas para frenar el crecimiento insostenible”, eso era lo que deberíamos haber hecho. Por otro lado también es cierto que “no resolvimos los problemas” a medida que iban produciéndose.  
Sonrió mientras bajaba la cabeza y añadió: Cometimos otro error “porque no previmos que se estaba produciendo en el mercado un crecimiento monetario expansivo del mercado sin soporte real” y las decisiones que tomamos “fueron suaves para la realidad y teníamos que haberlas sido más duros en nuestras medidas que nos hubieran permitido ahorrar mucho dinero”.
Los miembros del Consejo le escuchaban serios; su gesto ni era amable ni hostil; simplemente era de atenta seriedad. Otro de los errores fue el haber “minimizado a corto plazo el coste de la crisis bancaria sin resolver los problemas que iban apareciendo” en lugar de “haber tomado unas medidas más agresivas como exigía la situación”.
Levantó la cabeza y miró rápidamente a los miembros del Consejo, seguían estando serios. Los hechos son los hechos y no se pueden negar. No pretendo que lo que voy a decir ahora suene a disculpa sino a una descripción de la realidad: “no podíamos actuar de modo independiente a como actuaban nuestras instituciones públicas y de las distintas autoridades”.
Esto es, en resumen, una descripción de lo que ocurrió y asumo la parte que me corresponda de mi responsabilidad.
El Consejo de Administración agradeció al Director sus explicaciones y le dijo que las explicaciones eran suficientes y que en su momento le comunicaría su decisión.
Se miraron. ¿Qué hacer? Se trataba de una persona con la que unos más que otros tenían ciertas relaciones incluso amistosas. La situación era delicada pero más delicado iba a ser tener que dar explicaciones a la Asamblea General de Accionistas. Ciertamente la actuación del Director no tiene disculpas. Es cierto que la situación era delicada y complicada pero para eso es para que se nombran Directores competentes y se les da poder para actuar. Ser Director cuando la situación de mercado es tranquila como la del agua de una piscina.
Manolo, dijo el Presidente, tu eres el que tienes una relación más próxima a él y por tanto eres el más adecuado para darle la mala noticia; a él, sin duda, le sentará muy mal pero yo creo que lo puede esperar. Y contigo tendrá suficiente confianza para desahogarse lo que siempre es un alivio.

Los textos en negrita son los que ha dicho el Presidente del Banco de España. Pero como aquel Felipito tacatún” de la época franquista “él sigue”.  

12 jul 2017

La ley anastasiana

Ha sido un inmenso placer leer un artículo de Daniel García-Pita Pemán,”Especular”, publicado el 11.07.2017 en el diario ABC, en el que su autor se plantea si se deberían prohibir las operaciones financieras puramente especulativas. Parte de D. José de la Vega, autor en 1688 de un libro ”Confusión de confusiones. Diálogos curiosos entre un filósofo agudo, un mercader discreto y un accionista erudito”, que procuraré leer, donde critica las mil y una formas de especulación en Holanda y nos lleva al imperio bizantino en su crítica a una de las razones aducidas por el Gobierno para no reducir los impuestos que le reclama Ciudadanos: el gran coste que va a suponer que el Estado se haga cargo de las pérdidas acumuladas por las autopistas radiales de Madrid, aunque al final ha decidido aceptar su propuesta.
                Los préstamos adquiridos por los concesionarios, técnicamente quebrados, para construir las autopistas, hicieron que los bancos - esos sistemáticos beneficiados del gobierno - al ver peligrar el cobro vendieran sus créditos a cualquier precio a unos fondos “buitres” bien conocidos por sus actuaciones y sus “titulares” sin hacer esa misma oferta al gobierno. Esta actuación llevo al autor a referirse a una ley anastasiana debía al emperador Anastasio I. Con ella cortó una práctica especulativa inicua, y generalizada, consistente en permitir eliminar el beneficio especulativo del comprador de deuda - una persona antisocial que no quería invertir su dinero en el mercado para la producción de bienes para beneficio de la colectividad - quería obtener del deudor al que pretendía exigir el valor de la deuda, perjudicando así al acreedor, aunque era su opción venderla a bajo precio, y al deudor al que el acreedor no le ofrecía la misma opción y la sigue debiendo a “su precio”.
                La ley, que el autor del artículo nos recuerda que fue recopilada por “Justiniano, se incluyó en el Código napoleónico y de ahí pasó a nuestro código civil, el Fuero Nuevo de Navarra y a una reciente ley catalana” consistía en ofrecer al deudor el derecho a rescatar su deuda pagándole al banco lo mismo que él había cobrado del especulador, con lo que no sufría ningún perjuicio mayor que el libremente asumido por el librándose del riesgo del impago. El deudor, lo era porque no poder pagar el total de la deuda original, se beneficiaba al saldarla a su nuevo coste. El único que perdía, en realidad, que no ganaba, era el especulador antisocial.
                Esa ley anastasiana se justificaba, como recuerda el autor del artículo como medida de “humanidad y benevolencia” (tam humanitatis quam benevolentiae plena, recuerda nuestro Tribunal Supremo). ¿Por qué no se aplica al caso de las radiales de Madrid en vez de que el Gobierno, una vez más, favorezca a los “buitres amigos” a costa del ciudadano víctima que cada vez descubre su parecido con el súbdito que realmente es?, se pregunta el autor
                La cuestión es retórica, aunque valiosa; todos sabemos la respuesta. Al actuar de este modo el Gobierno lo que hace es favorecer a aquellos a cuyo servicio está a costa de esquilar a quienes están sub dictum eius, el pobre e inerme ciudadano que otra vez será expoliado.
Yo pregunto, ¿por qué los bancos no ofrecieron esa oportunidad de compra de la deuda a bajo precio al Gobierno que tanto dinero le había dado a costa de los súbditos para librarlos de la burbuja inmobiliaria en la que se habían metido? La pregunta es igualmente retórica. Los bancos y los fondos “buitre” pertenecen a la misma especie y se ayudan
            Es evidente que el emperador Anastasio no era “populista”; sólo era “decente”.
Es evidente que el Partido del Gobierno es “Popular” y “populista” pero no “decente”.
Son conceptos distintos que el Gobierno se niega a que se confundan siguiendo la tradición ideológica del franquismo al que sociológicamente representa que también decía que una cosa era la “libertad” y otra el “libertinaje”.
                ¿Qué opción se abre a los ciudadanos que nos resistimos a seguir siendo súbditos? Primera: esperar que el Congreso “nos represente”, como creíamos que ocurriría tras el 15-M. Segunda: si se empeña “no representarnos” cambiar nuestro voto en la siguiente oportunidad.

Tercera: las elecciones municipales de 1931 ofrecieron un camino que no debe de ignorarse. el primer Congreso de Diputados y el Primer Gobierno de la República tras la aprobación de la CE31 sí nos representó. Dejamos de ser súbditos y empezamos a ser ciudadanos. Cuando en 1936 volvió a representarnos los fascistas dieron un golpe de estado. Hoy, dentro de la CE, ese riesgo es nulo. Esa oportunidad está en nuestras manos si los Diputados no nos representan.

10 jul 2017

Rajoy y la trinidad simia

Acabo de leer un excelente análisis jurídico de la situación creada por el Presidente Rajoy cuya incompetencia en manejar la “cuestión catalana” ha superado a todos. ¿Se puede parar el referéndum? (ABC, 10.07.2017) cuyo autor es D. Jorge Esteban, catedrático de derecho constitucional.
En su inteligente análisis de la legalidad vigente demuestra que ya no se puede aplicar el art. 155 CE78, ¡felizmente!, como reclaman los más violentos, porque los plazos para su aplicación se han vencido. Y también aclara que la ley contra el terrorismo no es aplicable a este caso porque los políticos de la Generalitat han hecho del caso catalán no un caso terrorista sino un caso ridículo y por lo tanto no sería aplicable. Igual de inaplicable es la solución del Sr. Rajoy de esconderse detrás del TC tras convertirlo en un tribunal de justicia porque le obligó a hacer cumplir las leyes, que es lo que distingue a los tribunales de justicia de los constitucionales. De ese modo sólo contribuiría a desacreditar más al TC en su vano intento de ocultar su propio descrédito.
El análisis del Prof. Esteban demuestra lo evidente: estar en el gobierno exige gobernar; exige saber pensar; exige saber tomar decisiones inteligentes en el momento adecuado; exige saber evitar conflictos mediante acuerdos. Pero el Presidente Rajoy ha hecho todo lo contrario con su irresponsable política de los tres simios: “no oír, no ver y no hablar”. Ha sumido al país en un esperpento galaico digno de su paisano Valle Inclán. Las cosas no se arreglan no haciendo nada. De ser eso cierto sobraba el gobierno; al no existir gobierno no se tomaría ninguna decisión y las cosas se arreglarían solas, lo cual no sería mala solución si fuera una solución permanente. Pero no es así.
 Gobernar exige pensar; y tras pensar, decidir pero pensar y decir de modo inteligente; es decir, con oportunidad. El Presidente con su política de los tres simios fue quemando uno tras otros todas sus opciones. Ahora ya solo queda la opción legal de declarar nulo la ley de independencia porque modifica el Estatuto. Es uno más de los contrasentidos cataláunicos. En uno de los artículos del Estatuto no modificados por el TC para su modificación se exige una mayoría que el Honorable Puigdemont sabe que no la puede alcanzar.
La ley de independencia del Honorable Puigdemont no respeta la mayoría que exige el Estatuto; es decir, no respeta ni sus propias leyes. ¿Qué clase de sistema político propone? El de Maduro o el de Castro o el que le gustaría tener a Trump? Ante este callejón sin salida el Honorable Puigdemont no se ha atrevido a hacer lo que hizo Hitler: disolver el Parlamento y declara su inutilidad. Él ha preferido huir hacia delante. Su ley de facto lo disuelve el Parlamento de modo engañoso, torticero y fascista. Eso fue lo que hizo el Parlamento de Franco para, como el Príncipe de Salinas, “cambiarlo todo para dejarlo todo igual”.
La única solución a la que nos ha llevado esta pareja de sotas es que los catalanes sean sensatos y vayan a votar en contra de la independencia. El Honorable Puigdemont les ha obligado a ello. De lo contrario serán víctimas de una ley más tramposa que la propia CE78; más incluso que los referenda de Franco. Su ley es una descarada y escandalosa burla de un referendum disfrazado de democrático, pero ha conseguido que la mahor parte de los catalanes no sean conscientes de ello.
Según la ley del honorable Puigdemont bastaría que en el referéndum sólo votara él y lo hiciera a favor de la independencia. Como no se exige un mínimo de participación ciudadana, ¡ni en eso confía!, acto seguido podría declarar la independencia de Cataluña diciendo que “se había aprobado en un referéndum por unanimidad”, pues habría un 100 % de los votos a favor logrando así superar los porcentajes alcanzado por Franco en sus referenda.
El Presidente Rajoy, que aquejado de miedo pánico no quiso permitir un referéndum,  y pudo hacerlo y haberlo ganado, se ha metido en un callejón sin salida legal.
Paradójicamente su única opción es la de animar a los catalanes a los que les negó el derecho a votar para que voten y así evitar que vote solo el Honorable Puigdemont y se apruebe la independencia de Catalunya por unanimidad.
De todas formas el Presidente Rajoy debería hacérselo mirar.

Otra solución sería presentar la dimisión y convocar nuevas elecciones.

6 jul 2017

4 de julio

Fue un error del  Sr. Puigdemont no haber elegido el 4 de julio para proclamar su ley de desconexión del resto de España. Eso le hubiera granjeado la simpatía de todos los “usacos”. Sus viejos gritos cuando rechazaron pagar impuestos sobre el  té: ¡Londres nos roba!, hubieran resonado en su memoria histórica de americanos ante el grito de los independentistas catalanes ¡España nos roba! Ambos tienen en común la falsedad del argumento y ya se sabe que no hay mejor complicidad que la que se basa en el intento de engaño a los demás.
Faltaron unos cuantos catalanes de pro disfrazados de españoles que imitaran a los americanos que se disfrazaron de indios mientras tiraban los fardos de té al Hudson, que tiraran cajas de vino del penedés o cava catalán o calçots para que quedara clara la afrenta del resto de los españoles a los pobres independentistas colmando así de razón sus argumentos.
Por la parte española, sin embargo, la necedad del comportamiento del Presidente del Gobierno de Su Majestad franquista Felipe VI de Franco superó con mucho la necedad de que hizo gala el Primer Ministro del Gobierno de Su Majestad británica, Frederick North, en 1773.
Eso no debe de sorprender a nadie; es lo que cabe esperar porque la historia ha consagrado esa realidad en el refrán “detrás de mi vendrá que bueno me hará”. Eso ha pasado con el actual Presidente del Gobierno de Su Majestad Felipe Vi de Franco. Tiene su haber de errores colmado con harta generosidad. Una tarta de errores coronada recientemente por la guinda más corrupta que cabe imaginar: el Real Decreto Ley de Amnistía de delincuentes y defraudadores de la Hacienda Pública hecha para favorecer, presuntamente, a miembros de su partido o voluntarios "mecenas" del mismo. Y digo presuntamente porque al ser secreta la identidad de los delincuentes beneficiados no se puede hacer más que presumirlo,
Fue la guinda más corrupta nunca vista en España, pese a la cosecha generosa de los últimos años. Una guinda de la que no se salvó ni una coma, ¡mérito que no se le puede negar por lo perfecto de su corrupciuón Hasta ahora algunas Leyes y otras normas merecieran que el TC declara que uno o varios artículos fueran declarados inconstitucionales, incluso sólo algún párrafo o, en algunos casos tan sólo unas contadas palabras de un solo artículo. 
En este caso la nulidad de pleno derecho no se refiere al contenido, ¡vergüenza que se han ahorrado! La corrupción ha estado en el procedimiento de promulgación del Real Decreto Ley. Es para tirarla íntegramente a la basura; ¡ni eso!; la basura puede ser reciclada.
Todo un ejemplo de corrupción institucional sobre el que no cabe la disculpa del reciente brote de Alzheimer de los Secretarios del PP que presumimos que habrán contagiado también al Sr. Rajoy, como en breve podremos comprobar. Aquí ya no se trata de las ranas de la ciénaga de la Srª Aguirre. Croó el Sr. Montoro en la charca del Gobierno  y le respondieron a coro todos los Ministros con su Presidente a la cabeza. Croó todo el Gobierno y todas las ranas del PP le respondieron a coro desde la ciénaga del Congreso. Pero tanto croar no bastó para aturdir al Tribunal Constitucional que arrojó a la ciénaga todo entre el croar destemplado.
Este alarde de capacidad de gobierno está en estrecha competencia, aunque aquí cuenta con el apoyo del TC, con su actuación política ante la petición de algunos políticos catalanes de que toda la ciudadanía catalana opinara. ¿En qué queda la libertad de opinión si se prohíbe colectivamente?  Porque no se trataba de decidir sino de opinar si querían seguir siendo parte de “esta España”  o no, asunto en el que muchos españoles no catalanes también estamos de acuerdo: ¡queremos otra España!; una  que sea democrática y donde la corrupción sea perseguida en serio por el Gobierno.
Esa consulta era posible, ¡incluso dentro de esta CE78 con la que tantos queremos acabar  por su inmenso déficit democrático! Bastaba que el Gobierno del Sr. Rajoy la hubiera autorizado porque lo permite la CE78 engendrada dentro del contexto totalitario y franquista que presidía Juan Carlos I de Franco, heredero del mayor genocida que conoció la historia de España - ¡superando en sus 40 años los cinco siglos de Inquisición todos juntos! Él de modo público le alabó “por todo lo que había hecho” y, ¡más aún!, le juró que continuaría aplicando sus leyes, lo que por suerte no logró del todo.
Una mediana capacidad política, pedir un inteligente comportamiento comprendo que sería mucho, hubiera permitido pactar los términos de la consulta, la forma de ejecutarla, las exigencias de mínima participación y mínimo número de votos para que prosperara, la frecuencia en poder volverse a repetir, etc., etc. Todas esas oportunidades políticas pérdidas revelan la capacidad del Sr. Rajoy.

El Sr. Rajoy, sus bases están con él, pertenece a una ideología propicia al enfrentamientos. no a la que encuentra soluciones. El Sr. Rajoy no es un político que sepa unir, sólo sabe enfrentar; es un mal pescador, tan malo como Franco, que sólo sabe pescar en río revuelto. Si el río está calmado él se encarga de revolverlo, Montoro le ayuda. Felizmente no es capaz de dar un golpe de estado militar como hizo Franco, pero ha logrado, con sus colegas nacionalistas catalanes, enfrentar a la sociedad civil. Y mientras tanto unos y otros distraen la atención de la corrupción que mina sus partidos y empobrece a los trabajadores; mientras los ricos se hacen más ricos como acabamos de ver.