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12 ene 2018

La autodeterminacion sin argumentos

Interesante al artículo “La autodeterminación sin argumentos”; por Juan José Solozábal, catedrático de Derecho Constitucional en la UAM (EL PAIS, 10.01.2018)
Reconoce el autor que “los que demandan la celebración de un referéndum de independencia en Cataluña son hasta el 80% del electorado, tratándose por tanto de una solicitud que no puede desoírse, se dice, pues es reclamada tanto por los secesionistas como por quienes no lo son” pero se opone a esta argumentación alegando que “los títulos de la independencia y de la autodeterminación son bien diferentes”.
Sin duda; pero lo que concita tan alto porcentaje de apoyo, es el derecho a opinar, que es lo que implica un referéndum no vinculante y ese derecho está reconocido como Derecho Fundamental que es el que M. Rajoy y sus ministros han prohibido de modo inconstitucional
Reconoce asimismo que “la demanda de la independencia de una parte del territorio nacional, que es plenamente legítima, y que está reconocida en nuestro ordenamiento jurídico”, algo que ha demonizado M. Rajoy y sus ministros creando un conflicto social entre españoles con evidentes réditos políticos aunque el resultado en Cataluña debería hacerle reflexionar si tuviera capacidad para ello. Sin duda “la exigencia de que se celebre un referéndum de autodeterminación al respecto” es otro asunto pero también es constitucional si se plantea en toda España. Pero  M. Rajoy y sus ministros después de alegar que eso habría que consultarlo en toda España tampoco lo hizo.
Reconoce que: “Si comenzamos por ocuparnos de la independencia, y atendemos a la legitimidad de su reclamación, nada habría de oponerse por principio. Diríamos que las naciones no son datos inmodificables ni desde el punto de vista lógico ni histórico: se trata de ámbitos territoriales de convivencia que no tienen un origen divino ni son inmutables desde el punto de vista de la historia. Las naciones son construcciones culturales, sometidas a las exigencias cambiantes de sus destinatarios, de modo que no tendrá sentido un orden político que deviniese un corsé insoportable o una cárcel para las mismas.
La cuestión que plantea el autor deriva de que la CE78 es una dictadura monárquica fascista que continúa la dictadura militar fascista que acabó con una democrática convivencia republicana. Con su guerra italo-alemana-nazi-fascista impuso la  unidad “imperial” de España que consagra la CE78. Aunque “consiente una modificación de la Norma Fundamental” articula un cínico procedimiento prácticamente inalcanzable; una real  burla de ley.
Se equivoca cuando dice: “que cualquier demanda política pueda incorporarse a la Norma Fundamental, siempre que la modificación no altere el carácter democrático de la misma, es lo que legitima la prohibición de su rebasamiento”, porque ninguna dictadura monárquica fascista . La herencia de la Jefatura del Estado viene del juramento de Juan Calos I de los principios del Alzamiento Nacional. Menos democrática es si la creó una dictadura militar fascista. Se trata, aunque parcialmente, y es de lo que probablemente quisiera todo el mundo: acabar con una dictadura que prohíbe elegir al Jefe del Estado que nos discrimina a 47 millones de personas con el art.14 CE78 y burlándose de nosotros con el art. 1.2CE78.
Sin duda el ejercicio de autodeterminación tiene títulos discutibles pero no se llegara a esa exasperación de reconocer que “la demanda de la independencia no plantea problemas ni desde el punto de vista de su legitimidad ni de su consecución efectiva en nuestro ordenamiento”. A ello que se opusieron inconstitucionalmente M. Rajoy y sus ministros.
El poder del Estado se hace descansar en el pueblo español pero en realidad descansa en cada uno de los españoles. Esa unidad se produjo cuando se creía que la “finca” era propiedad del Rey – al que la hacienda y la vida se ha de dar – donde los ciudadanos éramos como los demás animales que se enajenaban con la finca sin pedirles su opinión. Y cuando empezamos a opinar se impuso una dictadura monárquica al margen de la voluntad ciudadana donde la de Franco fue el cuarto golpe de Estado: el primero el del General Elio, el segundo el de los 100.000 hijos de San Luis el tercero el de Martínez Campos y el cuarto el de Franco para imponer a los borbones a los que el pueblo pechara.
El movimiento catalán nace de una mala gestión agravada por una mala explicación y control del reparto de los Presupuestos Generales del Estado y de la corrupción que protege el régimen con un gobierno apoyado por un partido acusado de corrupción hasta el tuétano.
Si la pregunta del referéndum no vinculante es “quieren Vd. separarse del resto de España” se le puede preguntar a todos los españoles y valorar la respuesta a nivel provincial. Ése es el ámbito de la circunscripción que reconoce el la Ley 3/1980 de Referendum. Una ley que podría haber incluido unos niveles más elevados, p. ej. 3/5 para que resultara vinculante a nivel provincial. Una soberanía que sólo permite opinar “al soberano” de modo no vinculante declara que esa soberanía está en otra parte; es decir, es una tomadura de pelo propio de una dictadura monárquica fascista, por si hubiera alguna duda.
Alega el autor que “los referendos sobre la soberanía son referendos de soberanía, pues contradecir la decisión del cuerpo electoral en estas cuestiones es imposible en una democracia”. Incurre en una petición de principio: esto es una dictadura monárquica por su forma y fascista  por su origen. Aun siendo otra dictadura monárquica el Reino Unido fue posible el referéndum de Escocia. Hace un siglo fue posible otro entre Noruega y Suecia (1905) y el de Finlandia, derrocado imperio ruso zarista (1917) tuvo más suerte que Estonia, Letonia y Lituania que también lo intentaron ese año. El de Groenlandia y Dinamarca (2008) reconoció el derecho de Groenlandia a la autodeterminación. También lo fue en repúblicas democráticas: Canadá es una democracia (1980 y 1995) y Checoeslovaquia (1993) también lo es.
Señala el autor que “nadie sensatamente diría que la autonomía de Escocia o Quebec es mayor que la de Cataluña o el País Vasco porque aquellas dispongan de un derecho efectivo de autodeterminación que nuestro ordenamiento, mientras no sea modificado, no permite” un fraude fascista porque permite lo que en la práctica es prácticamente imposible. Afirmar que sólo “lo que tienen derecho las comunidades autónomas es a su autogobierno, esto es, a disponer de las oportunidades suficientes para su desarrollo político” es un juego de palabras. Un desarrollo político que prohíbe la secesión es otra tomadura de pelo. Es como la soberanía que reconoce el art. 1.2, que no existe con el Jefe del Estado que lo es porque quiso Franco; o como la de la no discriminación del art. 14, que existe porque el Título II CE78 la mantiene tal y como la ordenara Franco dejando “todo atado y bien atado”.
                Esta situación sólo tiene solución: el fin de la dictadura monárquica fascista. Que se reconozca que cada ciudadano es el asiento de la soberanía que ejerce a título colectivo a nivel municipal. Como lo ejerció Llivia rodeada de Francia por todas partes. No tiene sentido eso de Tabarnia. Tampoco la imposición de una minoría sobre una mayoría fruto de  una ley electoral que es un fraude de ley de una CE78 que declara que todos somos iguales ante la ley la ley electoral otorga a algunos ciudadanos un 300 % más de valor a su voto.
Dice el autor: “el federalismo es una forma política compleja que trata de conjugar los momentos de la unidad con los correspondientes al pluralismo. Pero si positivamente no puede funcionar sin la solidaridad de sus integrantes, o affectio comunis, el federalismo negativamente reposa en el rechazo del expansionismo del Estado o Nación Grande y la amenaza de la separación de sus integrantes, o naciones pequeñas”. El interés  en una unidad que es beneficiosa para todos es el real fundamento del federalismo.; no nos engañemos.  
Claro que caben referenda consultivos y vinculantes. Pero si se explica el coste del triunfo de la secesión el referendum consultivo no se demandará y si se hace fracasará como en Canadá y Escocia; sobre todo en la UE. El Brexit hubiera fracasado con mejor información.  Y si se propusiera un nuevo referéndum la gente se lo pensaría otra vez.

Quien crea que la inmensa mayoría porque no es tonta no tira piedras sobre su propio tejado no caerá en los romanticismo del S. XIX y sus “esencias raciales” con su sueño de una raza aria “superior”  “en Alemania, el imperio romano en Italia y el español en España. Del “sentido común”, el racionalismo del S. XVIII, nació la UE; defectuosa pero un progreso. Basta con explicarlo; poner las cartas boca arriba; desenmascarar a los corruptos y defraudadores; informar cuantas sentencias del TS y del TC ha echado abajo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Nadie querrá no secesionarse y salir de la UE. Eso decidieron en Escocia.

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